La participante Sofía Buscio, apodada «Sopa», se enteró del poder que le da el liderazgo en la casa de Gran Hermano y debió fulminar a dos compañeros mandándolos directamente a la placa de nominados y prohibirles nominar a otros dos.
«Dos jugadores no nominan mañana y a dos los fulminás ya para que vayan a placa», le explicó Santiago del Moro y le pidió:«Decime alguien que mañana no nomina y ve la gala desde la galería».
Sofía eligió prohibirles la votación a Ulises Apóstolo y Giuliano Vaschetto argumentando que «tienen que tener tiempo para darse a conocer» y «puede haber personas afectadas con sus votos». El cordobés dijo que se lo esperaba y el santafesino se lo tomó como parte del juego.
Luego Sopa le tocó fulminar a dos compañeros. Ella expresó que no quería guiarse por la afinidad.
«El motivo es el mismo para ambos. Perdón. Son fuertes para afuera y no voy por mi estrategia, quiero tiempo para conocer bien y dar espacios«, comentó Sofía y anunció:»Elijo a dos personas que creo que no se van a ir».
Sopa decidió fulminar a Renato Rossini. El peruano reaccionó bien y aseguró que entendía a la líder, además de felicitarla por como se expresó. «Me honra que me fulmine», afirmó.
Luego fulminó a Martina Pereyra. Según explicó, lo hizo porque conectó mucho con ella en las primeras semanas del certamen.
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