Para el cordobés, que siempre que tiene minutos es determinante con su clase, es difícil planificar a largo plazo, dado que, sus antecedentes de lesiones hacen que no se puede determinar la cura definitiva de sus dolencias.
Matías Suárez volvió a jugar y se entusiasma una vez más con poder dejar atrás sus problemas en la rodilla derecha y así pensar incluso en un futuro en River que vaya más allá de fin de este año, momento en el que culminará su contrato con el club. De todos modos, para el cordobés es difícil planificar a largo plazo, dado que, sus antecedentes de lesiones hacen que no se puede determinar la cura definitiva de sus dolencias.
El delantero ingresó por José Paradela a los 39 minutos del segundo tiempo en el encuentro que River empató 3 a 3 con Rosario Central el domingo a la noche en el Gigante de Arroyito y si bien tuvo poco tiempo en cancha, al menos le sirvió para sentir nuevamente la adrenalina de entrar al campo de juego.
El cordobés no tenía acción desde el 12 de junio, cuando jugó una buena parte del segundo tiempo contra Banfield e incluso asistió a Salomón Rondón para el cuarto gol del 4-1 al Taladro. Tras ese encuentro, volvió a sufrir molestias en su rodilla y no pudo ser tenido en cuenta durante más de un mes por Martín Demichelis, ya que tuvo que trabajar una vez más de manera diferenciada.
Ahora, Micho piensa lo mismo. “Me enorgullece poder contar con él y me emociona su lucha contra sus problemas en la rodilla”, expresó el DT, quien espera contar el máximo tiempo posible con el cordobés de aquí a fin de año. Es que, si bien al ex Belgrano le tocó jugar poco, el escaso tiempo en el que estuvo en cancha fue de calidad y le aportó presencia, goles y asistencia al equipo.
El problema es que ya no depende de Suárez. El tema es su rodilla. El ya hizo todo lo que estaba a su alcance. Y espera que las molestias se vayan de una vez por todas para poder dejarlo entrenar tranquilo y jugar el tiempo que le toque.
Con respecto a la situación de Suárez, y en base a sus antecedentes, Fausto no es tan optimista acerca de que pueda erradicar los dolores. “Esta lesión puede quedar en forma crónica pero no los inhabilitan a seguir jugando y entrenando o en otros pacientes se puede dar un tratamiento de curación definitivo. En el caso de Suárez es complicado que deje de sufrir molestias por sus antecedentes”, comentó.
La última operación de Suárez fue en octubre de 2021, cuando se le hizo una limpieza profunda en la articulación a través de una artroscopía. Anteriormente, había sido operado tres veces en dos años. En agosto de 2012, cuando estaba en el Anderlecht de Bélgica, por un inconveniente en el tendón rotuliano que incluyó una cirugía en la rótula; en octubre de 2013 sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y en 2014 volvió a padecer la misma lesión ligamentaria.