Dos años antes de fundar la banda Zoé, el cantante mexicano, León Larregui, aún no había cambiado su computadora por un micrófono. Se desempeñaba como animador gráfico y ocasionalmente como modelo para marcas como Armani, y en videoclips musicales, como en el tema “Se quiere, se mata” de una joven Shakira, quien se reinventaba por primera vez en la industria musical. Tras varios años de pequeños trabajos esporádicos, Larregui consiguió el dinero suficiente para emprender su propio camino musical, dejando atrás las breves apariciones para dar grandes presentaciones por todo el mundo.
Durante el videoclip del tema de Shakira, que se lanzó como parte del álbum Pies descalzos (1995) y estuvo dirigido por Juan Carlos Martín, León Larregui interpretó a Braulio, un joven de aspecto oscuro y misterioso que, junto a Danna, su pareja, enfrentan una situación preocupante. De acuerdo con la trama del video, que aborda temas delicados y controversiales para la época como el embarazo adolescente y el aborto, ambos toman la decisión de no tener al bebé y acuden a una clínica. La historia concluye con un joven Larregui armando sus valijas en medio de su habitación.
“Ese día fui con mi novia de aquel momento para hacer el video. Yo ni sabía quién era Shakira ni me interesaba, pero necesitaba pagar la renta y andaba corto de efectivo. Acepté simplemente porque sí. No había un trasfondo de amistad con ella; yo era solo un chico de 22 años que quería pagar las cuentas e iniciar una banda”, menciona desde su domicilio en Bruselas León Larregui, en una entrevista con El Comercio.
Tras formar la banda Zoé junto a Sergio Acosta en la guitarra, Jesús Báez en los teclados, Ángel Mosqueda en el bajo y Rodrigo Guardiola en la batería, y consolidar su presencia en la escena del rock mexicano con 6 giras, 4 álbumes, 2 EPs y una sesión MTV Unplugged, Larregui iniciaría su proyecto personal paralelo con el lanzamiento de su álbum, Solstis, en 2014.
“Fue un momento de necesidad propia, de explorar lo que estaba viviendo, mi camino. Nunca fue mi intención terminar con Zoé, sino realizar un trabajo exploratorio necesario para mantener un equilibrio sano. Ya tenía algunas canciones compuestas, piezas que no terminaban de encajar en la banda, pero que sí eran adecuadas para mi carrera en solitario”, menciona Larregui, quien define su estilo personal como una búsqueda espiritual.
Detrás del extenso repertorio musical creado en sus 27 años de trayectoria, se esconden historias amorosas que atravesó Larregui, algo que denomina aventuras de encuentro, desencuentro, pérdida, amor materno y paterno. Algunas de sus canciones más populares nacidas de esta manera son “Paula”, “Love”, “Poli”, “Miel”, entre otros temas que dejan constancia del impacto de sus exparejas en su arte.
“Las figuras femeninas siempre están presentes, de muy joven viví solo con mi madre y aprendí lo difícil que es ser una madre soltera e independiente. Desde lo que viví junto a ella hasta mis relaciones sentimentales personales, eso es lo que alimenta las letras”, explica Larregui, quien mantiene un vínculo especial con su madre, a quien dedicó su canción “Arrullo de estrellas”, tema que ella logró escuchar un día antes de su fallecimiento.
Su nuevo álbum Prismarama también fue influenciado por una figura femenina, Margaret Turck, esposa del artista y madre de Lucian Larregui de 8 años. “Una vez me dijo ‘tengo que decirte que realmente me gustan más tus demos, no en el estudio o con Zoé, sino cuando las hacés en casa’. Entonces tomé mucho en cuenta esas palabras. Por eso me aventuré a este proyecto y a producir este nuevo álbum”, explica el cantante.
Controversias y redes sociales
El éxito de Zoé vino acompañado de controversias debido al comportamiento de León Larregui en distintos momentos de su vida, sumado a su actitud denominada como “introvertida” por el mismo artista. Estos factores provocaron que la estadía del cantautor mexicano en las redes sociales siempre sea una visita donde le es inevitable responder constantemente.
“Empecé en una época en la que las redes eran más amables. Ahora, como dice Peso Pluma, todo es más belicoso. Es divertido, aunque se debe tener cuidado. Yo, a veces, lo uso para desahogarme y nada más”, menciona el cantante, quien no tiene miedo de escribir tuits donde defiende sus ideas, aunque siempre acaben en discusiones digitales.
A diferencia de los usuarios de las redes sociales, Larregui parece disfrutar más de la compañía de amigos cercanos como Enrique Bunbury de España o Adrián Dárgelos de la Argentina, con quienes tiene algunos temas colaborativos.
Para esta nueva presentación, prepara un evento especial junto a Laurent Brancowitz y Christian Mazzalai de Phoenix. “Esperamos poder cantar juntos en los escenarios. Sería genial poder subirme y cantar algunos temas. Es curioso porque a veces piden por redes sociales que cantemos… es complicado entender lo que quieren”, concluye Larregui.
*Por Ángel Navarro