En Casa Rosada, están trabajando en un paquete de desregulaciones para fomentar inversiones y en una reforma jubilatoria. El presidente buscará definir sus acuerdos y la relación con los gobernadores para el comienzo de las sesiones ordinarias.
Tras la caída de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, Javier Milei planea sacar sus reformas por decreto, avanzar con el ajuste del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo y acordar con el PRO para tener más peso legislativo.
Según pudo saber TN, el equipo del autor del DNU 70/2023, el expresidente del Banco Central Federico Sturzenegger, está trabajando en un paquete de desregulaciones para fomentar inversiones que saldrían por decreto y resoluciones administrativas antes de marzo.
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El mismo final se espera que tengan las reformas de la Ley Ómnibus que no requieren de paso por el Congreso, es decir, lo que no es electoral ni fiscal. En la cúpula del Gobierno, se respaldan con que “la ley era para los argentinos” y sostienen que pueden avanzar con su plan también descartando el pacto fiscal.
Es por eso que tras el desborde de la tensión con los gobernadores, el Ejecutivo le quitó el Fondo Compensador del Interior, que se trataba de un subsidio al Transporte, y mantiene la prórroga del presupuesto 2023 más allá de la inflación, a la par de la reducción del 98% del envío de fondos discrecionales.
Milei quiere que las provincias sean parte del ajuste que propone para Nación y busca presionarlos exponiendo sus gastos y la composición de su gabinete. El Gobierno hizo correr un documento con las partidas presupuestarias de Córdoba y Santa Fe tras las quejas por la quita del subsidio al transporte.
En la primera, hay gastos en publicidad de $26.102.413.00 y en la segunda se destacan asignaciones a Cultura por $13.701.267.000 y en Diversidad por $5.546,358.00.
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En Casa Rosada, están contentos con el trabajo de Toto Caputo y destacan que podría haber superávit fiscal con el ajuste que propone. Sin aumentar el gasto, los más optimistas sostienen que no está en los planes devaluar antes de marzo y que liberarían el cepo en junio.
El oficialismo mantiene que espera una serie de factores para por concretarlo: el ingreso de US$30.000 millones por la liquidación del sector agropecuario entre marzo y abril, la acumulación de reservas en US$14.000 millones e inflación de un dígito.
En Balcarce 50, rechazan el pacto fiscal con los gobernadores, los acusan de traidores y repiten que van a hacer que las arcas provinciales “sangren”. Llevan la presión al máximo y esperan mantener la aspereza por lo menos hasta marzo.
Para el comienzo de las sesiones ordinarias, el oficialismo quiere tener un marco de acuerdos claro y tener resuelta la relación con los gobernadores. El enojo en especial es con Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Rolando Figueroa (Neuquén) y Gustavo Sáenz (Salta).
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Una de las claves es el tratamiento del DNU 70/2023 en el Senado. Más allá de que la titular de la Cámara Alta, Victoria Villarruel, rechace la citación en extraordinarias -que son hasta el 15 de febrero-, en marzo la oposición liderada por José Mayans podría quitarle vigencia.
Es por eso que la vicepresidenta quiere que para el comienzo de ordinarias ya está subsanado el vínculo con los mandatarios provinciales y hayan bajado el tono de las críticas de Milei hacia el radicalismo. Tiene que negociar los votos con ellos.
En el mismo sentido, se aceleran las negociaciones de La Libertad Avanza con el PRO para armar un interbloque y lograr más peso legislativo. Hubo llamados entre Mauricio Macri y los asesores más cercanos a Milei. Entre ambos, suman 78 diputados, donde suena Cristian Ritondo para presidir el espacio, y 13 senadores.
Para superar la primera minoría de Unión por la Patria de 99 diputados en la Cámara Baja, el Gobierno apunta a reclutar a legisladores del radicalismo (34 d.) y de Hacemos Coalición Federal (23 d.) que apoyen las reformas.
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Más allá de que avanzará en su plan económico sin una ley como la que acaba de caer, en Casa Rosada reconocen que deberán mandar paquetes separados y puntos clave como la reforma jubilatoria.
“La idea es poder lograr mayoría y sesionar sin que nos traben el proceso desde Unión por la Patria. Vamos a necesitar algunos legisladores del radicalismo y del bloque de Pichetto para amar un blindaje fuerte”, manifestó un funcionario a TN.