El plan de iniciar la temporada como local en su casa, el Club Atlético de San Isidro, quedó trunco por el mal estado del campo de juego. Pero en Newman, con una aceptable afluencia de público tratándose de un día de semana en horario laboral, Pampas se floreó con la premisa instalada por su nuevo staff: dar más ritmo al juego, ofrecer mucha dinámica y velocidad. La goleada a American Raptors, un rival de menor escala, por 52-17 volvió a dejar buenas impresiones a la espera de los cruces con los rivales más fuertes del Super Rugby Americas.
En una tarde nublada en Benavídez, Pampas marcó de entrada el ritmo del partido, anticipándose y moviendo la pelota, con la impronta de este renovado equipo. A los 5 minutos, Joaquín Moro jugó rápido un free-kick en una acción que terminó con un try de Bernabé López Fleming. Unos minutos más tarde fue el turno de Justo Piccardo, tras una pelota recuperada. Los wings de San Isidro Club campeón volvieron a anotar tries en una línea de backs que encontró espacios a lo largo y lo ancho de la cancha.
La figura de la tarde fue Santiago Pernas, autor del tercer try y otra de las caras nuevas. Por su energía y su potencia de piernas, el wing de Alumni aporta vértigo y desequilibrio en ataque. Frente a American Raptors generó cuatro quiebres y levantó al público. De alguna manera personifica esa búsqueda del staff liderado por Juan Manuel Leguizamón: “Me pide mucha intensidad. Nico Vergallo [asistente del coach principal] me pide que busque mucho juego, y eso es lo que trato de hacer. Jugamos mucho. Cuando tuvimos la oportunidad movimos la pelota. A veces se nos caía, pero intentamos. Tenemos que ajustar las pérdidas de pelota, pero vienen de la mano con arriesgar mucho. Hay que aceitarlo”, resaltó el wing, de gran tramo final en el 2023 en Alumni. En sus últimos ocho encuentros marcó 11 tries en el conjunto subcampeón del Top 12 de URBA.
La de line y maul fue otra de las facetas en las que dio un paso al frente Pampas, que marcó dos tries por esa vía y otro con una jugada preparada, coronado por Valentino Minoyetti. Tras el 26-7 de la mitad inicial, el conjunto de Buenos Aires levantó del acelerador el pie y perdió esa intensidad que intenta imprimirle al juego. “Hubo un lapso al final del primer tiempo y al principio del segundo en el que no nos movimos mucho y el partido fue de scrum a scrum”, expresó Pernas.
También Leguizamón se mostró autocrítico de esos baches que, frente a un rival de mayor envergadura, pueden costar caros. “No me gustaron las lagunas anímicas o mentales. El desafío es volver rápidamente de esas lagunas”, comentó el ex tercera línea de los Pumas, que a su vez destacó las intenciones: “Hubo mucha energía, se corrió con la pelota. Hay muchas cosas positivas. Pero es sólo el segundo partido y hay que seguir corrigiendo para ser el equipo que queremos ser”.
Diez puntos en la tabla y 99 tantos en favor en dos jornadas son un inicio auspicioso, aunque habrá que ir viendo cómo evoluciona el nuevo Pampas con el correr de los partidos y contra adversarios más poderosos. El próximo fin de semana tendrá fecha libre, y luego, el gran duelo para medir donde está parados: lo espera Dogos XV, el otro conjunto argentino, con el que empezó a armar una rivalidad y que este sábado visitará a Cobras Brasil XV, a las 16.