En la búsqueda constante de un estilo de vida más saludable y activo, encontrar el momento adecuado para realizar actividad física -como caminar– puede marcar la diferencia en la lucha contra el sedentarismo.
Ahora, un reciente estudio analizó cómo recuperar el hábito de la caminata y la movilidad articular para favorecer la salud del corazón y prevenir calambres y molestias en espalda y piernas. ¿Cuál es una de las claves? Generar una costumbre de pequeñas caminatas durante el día que sirvan para ayudar a la postura, la salud en general y evitar el sedentarismo (sobre todo cuando pasamos muchas horas en oficinas, en la computadora o sentados con el celular).
El estudio fue hecho por investigadores de la Universidad de Limerick de Irlanda y luego publicado en el National Library of Medicine (NIH). El objetivo del mismo fue evaluar la caminata como fuente de ejercicio para evitar el sedentarismo, el malestar y los hábitos perjudiciales para nuestra postura y salud.
Con una variedad de opciones disponibles, desde las primeras horas de la mañana hasta la noche, identificar cuándo es más propicio salir a caminar puede ser clave para mantener una rutina de ejercicios consistente y efectiva. En definitiva, ¿cuándo es el mejor momento? El estudio reveló que la mejor hora para salir a caminar siempre será luego de ingerir alimentos. Independientemente del momento del día del que se trate, hacer la digestión mientras se camina favorecerá el proceso y, además, disminuirá el riesgo de malestar estomacal.
¿Qué más dice el estudio? Que el paseo en cuestión no debe implicar grandes recorridos ni hacer esfuerzos desmedidos, como aventurarse por calles empinadas ni hacerlo a paso veloz. Aclarn que con una caminata de entre dos y cinco minutos el cuerpo siente el “impacto” necesario.
Salir a caminar temprano en la mañana es una elección popular. Con el frescor del aire matutino y la tranquilidad que ofrece el comienzo del día, esta práctica no solo ayuda a despertar el cuerpo, sino también la mente. Además, realizar ejercicio físico por la mañana puede establecer una manera positiva para arrancar el día, aumentando los niveles de energía y la claridad mental.
Para aquellos con horarios matutinos ocupados, la tarde después del trabajo puede ser el momento ideal para caminar. Al liberarse del estrés acumulado durante el día laboral, salir a caminar es una oportunidad para desconectar, relajarse y “rejuvenecer” tanto física como mentalmente. Además, esta práctica puede ayudar a separar la vida laboral de la personal, promoviendo un equilibrio saludable entre el trabajo y el tiempo libre.
Caminar durante el atardecer también tiene sus cosas buenas. Con temperaturas más frescas y un ambiente tranquilo, esta opción proporciona una experiencia linda de ver mientras el sol se esconde. Esta hora del día puede ser especialmente beneficiosa para aquellos que prefieren evitar el calor del mediodía y disfrutar de la tarde.
Para quienes tienen horarios flexibles o la posibilidad de tomarse un descanso durante el almuerzo, salir a caminar puede ser una excelente manera de hacer la digestión. Además de proporcionar un impulso de energía para la tarde, este tiempo dedicado a la actividad física puede mejorar la productividad y la concentración en las horas posteriores.
LA NACION