Obra pública, cajas previsionales y fondos adeudados. Cinco gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) llevaron este jueves ante Javier Milei un menú de reclamos en el marco de las negociaciones por el Presupuesto 2025. En un almuerzo que tuvo lugar en la Casa Rosada, el Presidente buscó tender puentes con los líderes amarillos para apuntalar los respaldos de cara al tratamiento del proyecto de ley en el Congreso.
Dispuesto a ponerse al frente de las negociaciones, Milei recibió en el salón Eva Perón a los dirigentes PRO y aliados que integran la liga JxC. Se trata de Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) y Jorge Macri (CABA). Quedaron afuera de este primer grupo los radicales Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy), quienes serían convocados a la brevedad.
Se trató del segundo mano a mano que el Presidente protagonizó esta semana con jefes provinciales, ya que el lunes había compartido un asado en Olivos con peronistas díscolos y provincialistas. En las dos ocasiones, estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario del Interior, Lisandro Catalán, y la secretaria de la Presidencia, Karina Milei.
Reunión «positiva» de gobernadores PRO con Javier Milei
Ante la consulta de Ámbito, desde los distritos destacaron que fue una «buena reunión». No obstante, remarcaron que más allá de la buena sintonía, los gobernadores llevaron a los oídos presidenciales una serie de reclamos pendientes que golpean a las administraciones provinciales. Entre ellos, el financiamiento de las cajas jubilatorias no transferidas, los pagos por compensaciones del Consenso Fiscal 2017 y el pago de la deuda de obras públicas transferida a las provincias.
Estas exigencias son recurrentes en las cumbres de caciques de distintos signos políticos, que repiten como mantra la necesidad de un «mayor federalismo», al tiempo que remarcan que las provincias ya hicieron el ajuste y que no hay espacio para más motosierra. A la par, los mandatarios amarillos ponderaron la apertura de Milei para sentarse a negociar él mismo y no delegar esa tarea en sus funcionarios, tal como venía sucediendo hasta no hace mucho.
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«Fue todo muy ameno, salió muy bien. Es la primera vez que podemos hablar en un grupo chico con el Presidente», destacó una fuente que estuvo en la Casa Rosada. Paralelamente, se indicó que, en esta ocasión, lo «importante era escuchar». Por su parte, Milei se refirió al rumbo de la economía y habló sobre temas como la actualidad de las inversiones, el comercio y la baja del Riesgo País, además del aspecto central de la jornada: el Presupuesto 2025.
Un hecho curioso -impensado hace apenas meses- fue que el economista libertario puso en valor la relación estratégica con China. Paralelamente, las partes coincidieron en «la oportunidad histórica de generar mayores inversiones y aumentar el comercio de las provincias y la Argentina con el mundo».
En la antesala del encuentro, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, había anticipado que se trataría de una «reunión muy importante». «La posición del Gobierno y la del Presidente es la de escucharlos, explicar la situación económica del país en el momento, el porqué del Presupuesto 2025 y analizar el futuro. No es más que eso: el Presidente quiere tomar contacto con los gobernadores para analizar fundamentalmente el impacto de la ley Bases y del RIGI, porque hay muchos compromisos de inversiones de varias empresas», explicó a la prensa acreditada.
Javier Milei se pone al frente de las negociaciones con los gobernadores
En las últimas semanas, Milei ensayó un giro de su diplomacia intramuros, poniéndose al frente de las negociaciones por el Presupuesto 2025. El primer mensaje fue el asado para los 87 diputados «héroes» que blindaron el veto a la reforma jubilatoria. Luego, replicó la modalidad el lunes pasado, con un agasajo a los gobernadores peronistas Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca) y los provincialistas Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones), a quienes recibió en Olivos como guiño por haber sido claves en el naufragio de la ley de Financiamiento Universitario.
Si bien los mandatarios norteños destacaron el clima de camaradería en el que transcurrió la velada, lo cierto es que volvieron con las manos vacías, ya que el libertario insistió en que no negociará el déficit cero. En el camino quedaron reclamos pendientes por la parálisis de la obra pública y los recortes de fondos y transferencias a las arcas distritales, entre otros.
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Javier Milei en Olivos, junto a gobernadores provincialistas y peronistas díscolos.
Presidencia
La jugada del Presidente talló en la interna por el futuro del Partido Justicialista (PJ). Hasta fines del año pasado, los cuatro mandatarios que compartieron la cena integraban la liga peronista. En la actualidad, solo Jalil se mueve dentro de la órbita de Unión por la Patria (UP), aunque con diferencias explícitas. Jaldo rompió con el bloque en la Cámara de Diputados y sus tres legisladores formaron en el espacio Independencia, mientras que las bancas que reportan a Sáenz y Passalacqua están en Innovación Federal, sector clave para terciar entre oficialismo y oposición.
En espejo, la convocatoria a los mandatarios del PRO y afines bien podría leerse como un mensaje a Mauricio Macri, un capítulo más en el juego de encuentros y desencuentros que el líder amarillo y la gestión libertaria protagonizan a diario.
Más allá de las diferencias, en los espacios dialoguistas domina la idea de acompañar el Presupuesto 2025. «El Presidente merece tener una hoja de ruta», repiten dirigentes de distintas escuderías. Vale recordar que este año rigió el Presupuesto 2023, elaborado en 2022, ya que Milei optó por prorrogarlo el año pasado. Con ese espíritu como norte, una de las principales es que el proyecto incluya las obras públicas transferidas a las órbitas provinciales.