Javier Milei enfrió a Patricia Bullrich en la mesa política del gobierno y ratificó su acuerdo con Mauricio Macri.
«Milei empieza a manejar la política y baja línea: ‘arreglen con el PRO o me meto yo’, está diciendo», comentaron a LPO.
La ministra de Seguridad había llegado a participar de reuniones encumbradas en Casa Rosada, después de que arrimara a los cinco radicales que respaldaron a los libertarios en el veto a la movilidad previsional y el incremento del presupuesto universitario. Hasta estuvo sentada a la mesa junto a la vicepresidenta Victoria Villarruel y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, cuando Milei recibió a los senadores aliados del oficialismo.
Sin embargo, el crecimiento de Bullrich inquieta, por un lado, a la tropa propia de los libertarios y, por otro, al líder del PRO, que llegó a reclamar que el Presidente lo invitaba a comer milanesas pero después no cumplía. LPO informó, paso a paso, cómo esa demanda fructificó en el take over del gobierno diseñado por el ex mandatario desde que Milei llegó a Olivos.
Un take over con silenciador
Aún así, la ministra no se deja amedrentar por sus adversarios al interior del gabinete mileísta ni por la tirria de su ex jefe político. «Patricia está fuerte y, si la corren, va a armar quilombo en la Provincia de Buenos Aires con candidatos propios», sugirió una fuente del Poder Ejecutivo.
En el Congreso, comentaron que la dejaron de invitar a las reuniones. «No, Patricia, esto es solo de La Libertad Avanza», le habrían dicho en una de las ocasiones en que la dejaron afuera.
Un legislador aliado presumió ante LPO que los autores del desplazamiento habrían sido Martín Menem y Karina Milei. «Menem y Karina vieron que crecía demasiado y, para sacarla del medio, le ofrecieron que fuera candidata libertaria en la Ciudad, también para joderlo a Macri, pero Bullrich no quiso porque iba a terminar desperfilada y sin chances en 2027», contó.
Su razonamiento supone una ambición extrema, que sugiere que la ministra apuesta a ir por su revancha como candidata presencial dentro de tres años.
Tal vez por eso, desde Balcarce 50 aseguraron a LPO que Karina, lejos de bajarla a Bullrich, la consideraba un instrumento contra Macri en la cuna del PRO. «Karina era aliada de Patricia en su jugada para molestar al PRO en la Ciudad», precisaron.
El problema habría sido que la jugada de Karina no era la de Patricia y tuvo que intervenir el propio Milei.