Cher sin dudas tiene muchísimo para contar sobre su vida, y está a punto de hacerlo sin recaudos ni especulaciones en su nuevo libro de memorias, Cher: The Memoir, Part One. Pero, como suele ocurrir con los famosos que deciden desandar su propia historia, también hay otras personas de su entorno más cercano que son los protagonistas de páginas enteras. Su hijo Chaz es uno de ellos. Y el gran inconveniente que se encontró la diva al respecto no tuvo que ver con encontrar la manera de contar lo que quería sin invadir su privacidad, sino con un hecho más simple: cómo nombrarlo.
“Me refiero a mi hijo Chaz como Chas, el nombre que usó durante los años en los que transcurren los hechos de este primer libro”, explicó la intérprete de “Believe”. Bautizado con el nombre de Chastity, el hijo de Cher y Sonny Bono comenzó su transición de mujer a hombre en 2008, poco antes de su cumpleaños número 40. Dos años más tarde, adoptó legalmente Chaz como nombre, y cambió legalmente su género.
En su momento, la protagonista de Mi madre es una sirena reconoció que “no fue fácil” para ella aceptar que la pequeña que había criado y con la que había compartido millones de situaciones y experiencias ya no estaba allí. “Me costó entenderlo. Pero, justamente, creer que aquella persona que había pasado toda su vida junto a mí había ‘dejado de existir’ era un gran error de apreciación. En realidad no los perdés, simplemente ahora tienen una forma diferente”, explicó sobre las personas trans durante una entrevista que brindó a la CNN. Y agregó que su hijo era “increíblemente feliz”.
Quizá por eso, quiso cerciorarse de que a su hijo no iba a molestarle su elección de llamarlo por su nombre de nacimiento, debido a que en el tramo de la historia que recorre en este primer volumen de sus memorias, todavía no había abordado su transición. “Chaz ha dado su bendición para que use su antiguo nombre”, explicó la artista. Y agregó: “En el próximo volumen, en el momento adecuado, me referiré a él como Chaz”.
El primero de sus libros de memorias sale a la venta el próximo martes en los Estados Unidos. En él, relata su infancia, su matrimonio y su sociedad artística con Sonny Bono, que murió en un accidente de esquí 1998. Si bien la diva del espectáculo da por hecho en todo momento que habrá una continuación y la editorial HarperCollins Publishers anunció que el segundo volumen se esperaba para algún momento de 2025, en un acto de sinceridad Cher confesó al Times que ni siquiera ha comenzado a escribirlo todavía. “La primera parte me agotó”, dijo en una columna que escribió en aquel diario este domingo. “Me costó mucho”, reconoció.
La protagonista de Hechizo de luna también es madre de Elijah Blue Allman, de 48 años, fruto de su matrimonio con su exmarido, Gregg Allman, que murió de cáncer de hígado en 2017.
Además de sus exesposos, la diva mantuvo otros romances dignos de ser contados, como la muy comentada relación que entabló con Val Kilmer en su momento. Él tenía 22 años, ella, 35. Él aún no había despuntado como actor, mientras que ella se encontraba en su mejor década como actriz. Corría 1982, y sin quererlo se convirtieron en una de las parejas más perseguidas debido a la diferencia de edad y de esteralidad; algo que en aquel tiempo era aún más difícil de digerir que ahora.
A pesar de que el romance no prosperó, la relación de cariño entre ellos se mantiene hasta el día de hoy. La razón de la ruptura la reveló la cantante en una entrevista publicada por People: “Pasamos momentos increíbles y luego aguantamos algunos momentos que no lo eran… Éramos dos machos alfa. Dos individuos independientes y ninguno de los dos estaba dispuesto a renunciar a eso”, indicó.
Cuarenta años después del fin de su relación, la cantante explicó que no sabe cómo han hecho para ser amigos, sino que fue algo que simplemente ocurrió. “Él es distinto a todos. Es exasperante e histérico. Emocionante y divertido. Y no hace lo que hacen los demás”. Durante una gira de su espectáculo Citizen Twain, en 2014, Val Kilmer descubrió que tenía un bulto en la garganta. Años más tarde, confirmó que se trataba de un cáncer ahora ya superado, pero que casi le cuesta la vida y cuyas secuelas le impiden hablar e ingerir alimentos sólidos. En esa difícil época de su vida fue precisamente Cher uno de sus mayores apoyos, hospedándolo incluso en su casa durante gran parte de su convalecencia.
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