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Imputaron a la pareja de golfistas que atacaron a palazos a una mujer en Pinamar

«Con esto tenemos para tirar manteca al techo. Pasan cosas todo el tiempo en Pinamar, pasa que este bolonqui cobró popularidad por un video que se viralizó», dice un vecino pinamarense sobre lo sucedido la semana pasada en el Links Pinamar, club de golf donde una mujer, que tomaba mate, fue víctima de una agresión por discriminación por parte de una pareja que practicaba el deporte.

“Le partió un palo de golf en el cuello”, dijo al fiscal Juan Pablo Calderón, Delia, la amiga que tomaba mate en el campo de golf junto a Silvia Lopresti (61), la víctima oriunda de La Plata. La golpiza, propinada por Celeste López y su pareja Mariano Girini, ocurrió el martes pasado, pero la noticia cobró relieve en las últimas horas.

El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, le confirmó a Clarín que Girini y López fueron imputados y si bien por el momento no declararon, se los llamará a indagatoria.

Hasta ahora la calificación es «lesiones leves» y, como medida cautelar, la prohibición de acercarse a la víctima, otorgada por el fiscal Calderón, que recibió la denuncia por parte de Lopresti, y se encuentra avanzando en la causa.

A priori, las medidas de la Fiscalía 4 de Pinamar parecen menos perjudiciales para los agresores que lo que sucedió alrededor del palazo que le costó heridas y hematomas a Lopresti, que denunció a López y a Girini por agresión.

Con la noticia instalada, en las primeras horas del lunes era el único tema en Pinamar. Se advirtió la presencia de varios móviles policiales para custodiar la farmacia que tiene Girini, junto a López, en el barrio del golf. «Se habló de que iba a haber un escrache y una mateada pero no pasó mucho», deslizó otro vecino. Eso sí, el local no abrió y en el vidrio había una nota que describían los motivos del cierre temporario.

El texto habla de «desinformación en las notas publicadas en medios de comunicación y redes sociales» y luego señala: «Hemos sido víctimas de salvajes amenazas de muerte hacia el personal de esta farmacia, las cuales ya han sido denunciadas en la Justicia».

Luego, en otro párrafo, se lee: «Los trabajadores que llevamos adelante esta farmacia nos vemos obligados a suspender temporalmente los servicios de nuestra fuente de trabajo mientras la situación actual no cambie». Finalmente piden apoyo y comprensión. Una mujer habitué de la farmacia deslizó que «pasarán varios hasta que vuelva a abrir, acá hay mucha bronca con esta gente».

Comunicado de la Farmacia Golf, de Mariano Girini, tras la agresión en el club Links Pinamar.

Otra secuela de la bomba expansiva de la brutal agresión fue que el Links Pinamar, emitió un comunicado contundente. «Ante las consultas recibidas por el hecho acontecido en nuestra cancha entre una jugadora y una persona que se encontraba en las instalaciones, queremos compartir con nuestra comunidad que desde que tuvimos conocimiento del hecho se ha tomado la decisión de suspender a estos jugadores hasta que contemos con toda la información sobre el caso y las medidas tomadas tanto por la AAG (Asociación Argentina de Golf) como por la Justicia», comenzó el escrito difundido por redes sociales.

Y continuó con una aclaración: «Nuestro Links no cuenta con socios, pero recibe jugadores de todo el país y del mundo que practican este deporte con la ética y reglas que caracterizan esta actividad deportiva, donde no son tolerados ni la violencia ni el racismo, ni cualquier agravio».

La voz de la víctima

«Me pegaron como a una rata y nos decían andate rata, esto no es Ostende, nosotros pagamos por estar aquí 50 mil dólares, me decían… Esto no es el Conurbano, ¿sabés la diferencia entre un campo del golf y una plaza del Conurbano?», contó Lopresti.

Silvia Lopresti (61) sufrió una brutal agresión en un campo de golf de Pinamar.

En otro pasaje de sus dichos a la prensa, la mujer comentó que intentó acercarse a López para intentar dialogar y explicarle que «por más de que tengan un carrito de golf y estén vestidos bien, no les da derecho a maltratar… Y en ese momento la mujer me pegó con el palo de golf en la cabeza y lo partió... Pensé que se iba, después de romperlo, pero no, descontrolada sacó otro palo y me volvió a pegar en el cuerpo».

Lopresti, jubilada, tiene un dúplex en Pinamar y agregó en sus declaraciones. «La sociedad está mal, estamos muy mal. Los discursos de odio son terribles. Nos dijeron negras del conurbano y ratas. Yo soy negra, soy del conurbano y eso no me afecta en nada, pero a ellos parece que sí», dijo haciendo foco en «una cuestión discriminatoria».

MG

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