La Cancillería decidió desaconsejar y prohibir el paso por aguas argentinas de un buque científico del Reino Unido que iba a a realizar algunos trabajos de investigación con sus contrapartes argentinas.
Lo curioso es que el Consejo Nacional Pesquero (CFP) y otras autoridades nacionales incluyendo las del Ministerio de Defensa habían dado el visto bueno para la navegación del buque en cuestión, el RRS James Cook, dentro del Mar Territorial Argentino más una posible entrada al puerto de Buenos Aires en febrero cuando se cumplen los 200 años de relaciones bilaterales, entre dos paises con enorme afinidad histórica y cultural pero que fueron a la guerra por las Malvinas en 1982.
Solo presentaron objeciones las provincias de Chubut y Buenos Aires, argumentando que el paso del buque tendrá impactos negativos en el medioambiente. Pero, curiosamente, la provincia de Tierra del Fuego, siempre más nacionalista ante los temas británicos y malvineros, no se había pronunciado.
Clarín supo que la definición de la Cancillería, decidida según las fuentes por el vicecanciller Eduardo Bustamante, causo sorpresa y bronca dentro de varias áreas del Gobierno y embajadas extranjeras consultadas porque los compromete incluso en sus opiniones sobre las negociaciones argentinas para ser “socio global” de la Alianza Atlántica del Norte (OTAN), donde se necesita opinión del Reino Unido y de sus aliados, entre ellos Estados Unidos.
Este diario sabe que hay negociaciones para para dar vuelta la decisión y hay tiempo para hacerlo aunque no tanto para su entrada al puerto de Buenos Aires. Las actividades del James Cook estaban previstas para que se realizarán del 26 al 30 de diciembre de 2024 y del 2 al 30 de enero de 2025.
Justamente, este jueves 12 el caso argentino se tiene que analizar en el marco de otras conversaciones prioritarias que los 32 mientros de la OTAN mantienen sobre la presión de Donald Trump para que aumenten sus presupuestos o de lo contrario Estados Unidos revisará su participación.
Si bien desde su llegada al Ministerio de Relaciones Exteriores tras ser despedida Diana Mondino, el canciller Gerardo Werthein se encuentra en plena reestructuración del mismo y aún no hay vocero. Clarín consultó de manera institucional por qué no se autorizaba la navegación del Cook y no recibió respuesta.
Una explicación posible es el miedo que dejó todo el capítulo del enojo de Milei con Mondino. Nombrado vicecanciller a último momento, Bustamante se encuentra en una complicada situación. Por un lado, es el primero de la lista a ser interrogados en el sumario que pidió abrir Javier Milei para saber quién autorizó la votación a favor del levantamiento del embargo a Cuba, que detonó la salida de Mondino.
Bustamante entró como vice en los últimos días de Mondino, quien ya no tenía comunicación con el Presidente. Fue él y el Secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, los que dieron el visto bueno final para la votación a favor de Cuba. Pero en el sumario, hay otros diplomáticos que opinaron y tambien serán interrogados bajo la metodología dura del Gobierno con la Cancillería. Bustamante hoy tiene un rol creciente. Estuvo sentado junto al Gabinete en la cadena nacional de Javier Milei de esta semana porque Werthein estaba en la OEA.
Clarín también consultó a la Secretaria del Área Malvinas de la Cancillería, Paola Di Chiaro, y no obtuvo respuesta. Ocurre que, el comunicado firmado entre el gobierno de Milei y Reino Unido de septiembre pasado -plasmado con aval de Milei por Mondino y el canciller David Lammy- estipula áreas de cooperación. Y si bien no está escrito así, hay algo que en diplomacia se llama gestos.
Eso se traduce en la negociación sobre vuelos -todavía los argentinos no aprobaron el pedido del vuelo semanal entre San Pablo/ Malvinas con escala mensual en Córdoba-, los viajes humanitarios de familiares. También en OTAN y ventas militares.
Consultadas por este diario, las autoridades de la Embajada británica en Buenos Aires, tampoco quisieron hacer comentarios.
El James Cook y la polémica
El RRS James Cook es un buque científico que está operado por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido (NERC) y por UK Research and Innovation (UKRI, el equivalente británico del Conicet).
UKRI viene trabajando muy fuerte en los últimos años en cooperación con científicos argentinos. Desde 2017, invirtió más de 10 millones de dólares en varios proyectos destinados a cooperar con profesionales de la ciencia argentina. Y esto se mantuvo tanto con la administración de Mauricio Macri como con la de Alberto Fernández.
También, se informó que en la misión estaba prevista la participación personal de la Armada e investigadores de la UBA.
El buque es uno de los más importantes en investigación alrededor del mundo, y trabajan mucho con proyectos de Estados Unidos. Los británicos señalaron que la «pesquisa actual estaba relacionada con el tema de las corrientes marinas y el cambio climático».
Su trabajo constaba de dos partes, uno con recursos no vivos, y otro, con recursos vivos pero no está exento de polémica.
De acuerdo a información de revistas especializadas como Pescare y Puerto, ambas criticas de la llegada del barco, el Consejo Federal Pesquero (CFP) analizó para dar su dictamen determinadas notas y solicitudes para hacer actividades de investigación científica en el mar argentino, entre ellas comunicaciones oficiales de la propia Cancillería Argentina, del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), y la Embajada del Reino Unido, cuya embajadora, Kirsty Hayes, refirió en la pasada fiesta por el cumpleaños del Rey Carlos al acercamiento entre Argentina y el Reino Unido y mencionó la palabra “Libertad” a tono con Milei varias veces.
“Libertad es un poema de sólo tres sílabas” dijo al destacar el himno argentino y destacar, entre otros entendimientos: “retomamos la cooperación en el Atlántico Sur, incluyendo un tema que me conmueve especialmente, como el el Proyecto Humanitario para la identificación de soldados argentinos que yacen en las islas”. Recientemente viajó un contingente.
Según Pescare, las notas verbales que se analizaron son: las 106/2024, del 5 de agosto pasado y 158/2024 del 29 de octubre pasado. Ambas del Reino Unido para que entre el 26 y el 30 de diciembre de 2024, y del 2 al 30 de enero de 2025 se hiciera la misión con dos proyectos:
-El Atlantic Meridional Transect (AMT): Un proyecto integral del Centro Nacional de Oceanografía que forma parte de la iniciativa Atlantic Climate and Environment Strategic Science – Atlantis. “Esta investigación tiene como objetivo estudiar parámetros oceanográficos, biológicos, químicos y físicos en el Atlántico Sudoccidental mediante una serie de transectas planificadas”, sostiene Pescare.
-El otro es el COSSMoSS (Capturing Oceanic Submesoscales, Stirring, and Mixing with Sound and Simulations), que lidera la Universidad de Exeter, este proyecto busca “profundizar el conocimiento sobre los flujos oceánicos submesoscales y las dinámicas internas en áreas de intercambio entre cuencas del Atlántico Sudoccidental”.
Pese a las consultas de Clarín, ningún tecnico del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto explicó su posición teniendo en cuenta que es el que tiene la última palabra. El tema es de alta sensibilidad para Milei y para todas las áreas.
Lo que se sabe es que el Consejo Federal Pesquero lo aprobó y que ello consta en el Acta 23. Pidió que se cumplan los artículos 9 y 23 de la ley Federal de Pesca (24.922). El 9 establece que el Consejo tiene como función establecer la Captura Máxima Permisible (CMP) por especie. El 23 dice que el Consejo es el encargado de otorgar las cuotas de captura asignadas o la autorización de captura para especies que no están cuotificadas.
Y se pidió a los británicos que entreguen datos y resultados finales obtenidos en sus investigaciones al Estado argentino antes de que ello fuera publicado.
Entre tanto, se supo que las provincias de Chubut y Buenos Aires rechzaron el proyecto de que el buque pase por las aguas nacionales. El gobierno chubutense argumentó que el uso de cañones sísmicos podría generar impactos adversos en la ballena franca austral, cuya ruta migratoria coincide con la zona de estudio. Y los bonaerenses se adhirieron a esa postura.
Según otras fuentes consultadas por este diario a la hora de dar marcha atrás con la decisión del Consejo Federal Pesquero y que los británicos buscar revertir se tuvieron en cuenta también opiniones de funcionarios del gobierno de Alberto Fernández. Como la del secretario de Malvinas del Kirchnerismo, Guillermo Carmona quien escribió tras la decisión del Consejo Federal Pesquero:
“Toda la información de nuestro mar a disposición de los usurpadores de #Malvinas: autorizan al buque británico RRS James Cook a realizar actividades de investigación científica en aguas jurisdiccionales argentinas. Nueva afrenta a la soberanía nacional”.