Los referentes de los productores yerbateros convocaron a una asamblea para el viernes en la localidad de San Pedro, en Misiones. Allí decidirán nuevas medidas de fuerza y las propuestas van desde nuevos cortes de ruta hasta una marcha a Posadas o el corte de los accesos a las casillas de la Agencia Tributaria de Misiones (ATM) en el límite con Corrientes.
“Estamos más cerca que nunca de un tractorazo”, admitió el dirigente Waldemar Schwider, quien reconoce que la bronca en las chacras va en aumento ante la falta de respuestas tanto del Ministerio del Agro de Misiones como del Gobierno Nacional.
“Convocamos a productores de toda la provincia a una asamblea que se va a hacer el viernes a la tarde porque la industria sigue pagando 180 pesos por kilo de hoja verde puesta en secadero. Ese precio no alcanza ni para cubrir los gastos que demanda mantener el yerbal y pagar a los tareferos”, explicó.
Schwider dijo que “a los cosecheros se les estaba abonando 55.000 pesos la tonelada y ahora están pidiendo 80.000 pesos. Nos parece un precio justo por el trabajo, pero con lo que recibimos por la yerba, no deberíamos estar pagando más de 20.000 pesos la tonelada. Acá es sencillo: se le mejora el precio al productor y automáticamente se le paga mejor al tarefero”, agregó.
Los productores yerbateros advierten que el sector se encamina hacia una crisis similar a la vivida en la década de los 90, cuando miles de chacareros tuvieron que abandonar sus yerbales por la falta de rentabilidad.
Esa crisis derivó en una masiva protesta a principios de este siglo. Los yerbateros acamparon en Posadas con sus viejas máquinas y camiones durante más de un mes para forzar la ley de creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate, un organismo que logró la recuperación del sector a partir de la fijación de precios mínimos para la hoja verde y la yerba mate canchada (seca, sin molienda).
Según Schwider, “con lo que se está pagando, al productor le queda 70 u 80 pesos por kilo de yerba que entrega al secadero. Con eso no se cubren los gastos que implica la limpieza y mantenimiento del yerbal”. Para graficar, dijo que “aplicar glifosato sólo alrededor de las plantas hoy tiene un costo de mano de obra de 60.000 pesos por hectárea”.
Schwider se mostró esperanzado en “una asamblea multitudinaria, con referentes de toda la provincia para tomar una decisión. Tenemos que resolver esta situación antes del mes de febrero”, insistió. Misiones y Corrientes transitan actualmente la cosecha de verano o zafriña, época en la que se procesa un volumen mucho menor que durante el período de cosecha gruesa, que arranca en abril y finaliza en octubre.
Otros referentes como Ángel Ozeñuk considera que el camino a seguir es de un paro. “Que no transite ni un sólo kilo de hoja verde o de canchada” en la provincia, disparó.
“Hasta mediados del año pasado al productor le pagaban cerca de 450 pesos por la yerba y ahora en algunos lugares no llegan a los 200 pesos”, se lamentó.
Los problemas que ya arrastraba el sector yerbatero se profundizaron a partir del decreto presidencial de diciembre de 2023, que desreguló la actividad. Desde el Gobierno Nacional le quitaron al Instituto Nacional de la Yerba Mate la facultad de fijar dos veces al año los valores de referencia para la hoja verde y la yerba mate canchada. Cuando no se lograba el consenso necesario, se resolvía a través de un laudo de la Secretaría de Agricultura de la Nación.
Los yerbateros acudieron a la Justicia Federal y lograron un recurso de amparo que dejó en suspenso la desregulación, pero desde Nación decidieron dejar acéfalo al INYM y por ende sin posibilidades de fijar precios.
La situación fue aprovechada por el sector industrial, que empezó a pagar precios cada vez más bajos en un año donde hubo producción récord de yerba mate. Pese a la caída de los precios de la materia prima, en góndola el valor del paquete de yerba mate siguió incrementándose, aunque por debajo de la inflación.
En los primeros once meses de 2024 hubo una caída de casi 25 millones de kilos en el consumo interno de yerba mate. Las exportaciones tuvieron un repunte, pero eso no alcanzó para que el sector cierre un año con números en rojo.