Un hombre que quiso matar a su expareja provocando el vuelco de su auto en la ciudad de Neuquén fue condenado a 11 años de cárcel efectiva, luego de que el tribunal que lo juzgó consideró como principales agravantes la naturaleza de la acción y la extensión del daño, y como único atenuante la falta de antecedentes condenatorios.
El condenado -de quien solo se difundieron sus iniciales, A.G.- ya había sido declarado culpable por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por femicidio, en grado de tentativa y en calidad de autor, en febrero pasado, y ahora la justicia dictó el monto de la pena.
El intento de femicidio tuvo lugar el 4 de mayo del año anterior cerca de las 21:20 en la zona de Bajada de Maida, en el cruce con la calle Chascomús, en la ciudad de Neuquén.
El acusado manejaba un Chevrolet Corsa y la víctima viajaba en el asiento del acompañante junto a él, después de que habían llevado a una nena que es del entorno familiar de ambos hacia la casa de una amiga. En un determinado momento del trayecto de regreso, A.G. golpeó a la mujer en la zona del abdomen, tomó el teléfono celular de ella y comenzó a revisar el contenido.
Luego, la obligó a llamar a su actual pareja y después la amenazó con matarla. “Ahora voy a volcar”, le dijo tras insultarla en repetidas ocasiones, según se ventiló en el juicio.
Con ese objetivo hizo una brusca maniobra con el auto, que derrapó por el asfalto alrededor de 20 metros y luego sobre la banquina, hasta que volcó y quedó sobre su techo, con las ruedas hacia arriba.
La víctima, cuando vio que el acusado aceleraba para provocar el vuelco, logró encoger su cuerpo para protegerse, colocando la cabeza y el torso entre las piernas. Tras el vuelco, fue asistida por personas que pasaban por el lugar y la ayudaron a salir del auto.
En febrero de este año, el tribunal integrado por los jueces Luis Giorgetti y Juan Pablo Encina y la jueza Natalia Pelosso lo condenó por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por femicidio, en grado de tentativa y en calidad de autor.
La fiscal del caso, Lucrecia Sola, requirió en ese momento como pena justa -entre un mínimo de 10 años y un máximo de 15- una condena de 13 años de prisión.
En su pedido de condena, la fiscal afirmó que A.G. era plenamente consciente de lo que hacía, y mencionó que su accionar agresivo fue constante y que en todo momento “trasladó su responsabilidad a su expareja”.
La fiscal indicó además que el condenado ejerció violencia de género durante prácticamente toda la relación e incluso después de separarse. “La violencia se fue incrementando hasta que en este último hecho quiso matarla”, puntualizó.