El rotundo rechazo de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla cambió drásticamente el tono del Senado. Tanto, que algunos legisladores del oficialismo compararon la sesión de este miércoles con la derrota vivida el año pasado, cuando la oposición, liderada por el kirchnerismo, consiguió el rechazo del DNU 70/23. Ese revés significó la primera tormenta interna entre el presidente Javier Milei y la vice Victoria Villarruel.
Hasta ahora, aquella ofensiva quedó frenada en Diputados y se quedó varada en el olvido. Las angustias revivieron en la sesión de este jueves, cuando la votación contra los dos candidatos dejó al desnudo una nueva correlación de fuerzas adversa para el Gobierno. También quedó una grieta dentro del oficialismo: afrontó un revés que se extiende como una mancha de aceite hasta la Casa Rosada y debilita, sin pausa, al asesor presidencial Santiago Caputo.
En el Senado también quedan puntos negros que volverán a exponer a sus miembros. A partir del próximo 1° de mayo comenzarán a cobrar una dieta de 9 millones de pesos, porque vence la decisión de desengancharse de la paritaria de los trabajadores legislativos. Villarruel quiere que la decisión sea adoptada en una sesión, pero asoma un camino de espinas.
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A ese obstáculo en estado latente, se suma la fragilidad de Caputo. El funcionario intentó hasta último momento suspender la sesión. La escena quedó al desnudo durante la reunión de Labor Parlamentaria, donde el jefe de la bancada oficialista, Ezequiel Atauche propuso posponer la sesión. La senadora de Unión por la Patria, Juliana Di Tullio, le preguntó si lo pedía él o Caputo. Lo cierto es que el asesor y el senador jujeño escucharon la misma respuesta: “Tuvieron 15 días y los desperdiciaron, ahora nos vemos en el recinto”. Después circuló la versión de un intento para suspenderla igual. El plan habría corrido por cuenta del presidente provisional Bartolomé Abdala. El puntano presidió la sesión porque Villarruel estaba en ejercicio de la presidencia ante el viaje de Javier Milei a los Estados Unidos. Los tironeos quedaron expuestos porque Caputo cuestionó a la vice desde una de sus cuentas de Twitter y ella le contestó. Más allá del escarceo virtual, la escena demostró que los vínculos del Senado con la Casa Rosada están cada vez más rotos y la situación va más allá de la mala relación entre el Presidente y su vice. Desde este jueves Caputo perdió mucho poder. Quedó como último responsable de la estrategia impulsada para designar por decreto a los dos candidatos. La medida fue articulada junto al secretario de Justicia, Sebastián Amerio, quien también responde a Caputo.
La sesión del jueves dejó un capítulo inconcluso que sigue en veremos. Será retomado el próximo miércoles, en una sesión convocada por Villarruel para tratar los dos temas que el oficialismo no pudo meter para postergar la caída de los pliegos. Está previsto el tratamiento del dictamen de Ficha Limpia y también la declaración de la emergencia ambiental y económica para Bahía Blanca. Se trata de un pedido de la Casa Rosada, pero en el oficialismo admiten que hay muy pocas chances de conseguir quórum para sesionar, debido al nivel de desacuerdos que quedaron después de la última sesión, donde los contactos con Balcarce 50 quedaron muy resentidos.