Los mercados del mundo muestran su mayor volatilidad frente a la incertidumbre y las noticias diarias respecto a la guerra de aranceles escalada por Trump el pasado 2 de abril. Este jueves, las acciones de Wall Street volvieron a desplomarse, tras un repunte fuerte el día anterior, ante la creciente incertidumbre.
Este jueves la Casa Blanca «aclaró» que los aranceles de Estados Unidos a las importaciones de China ascienden al 145 %, no la tasa del 125% que Trump había mencionado anteriormente.
Los tres principales índices bursátiles estadounidenses cayeron bruscamente, perdiendo gran parte de las ganancias de la sesión anterior (+9,5%). El S&P 500 cae un 4,8%, el Promedio Industrial Dow Jones baja 4% y el compuesto Nasdaq se hunde un 5,7%. Las preocupaciones por el creciente enfrentamiento comercial entre Washington y Pekín frenaron el optimismo sobre los datos económicos alentadores y las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y Europa.
Las mayores ventas de acciones se daban en los sectores de la energía (-8 %), tecnología (-7,2 %), bienes no esenciales (-6,6 %) y comunicaciones (-5,4 %).
La pausa en la mayor parte de los «aranceles recíprocos» anunciada por Trump el miércoles no termina de desterrar los temores del mercado. Tampoco los datos conocidos este jueves sobre una desaceleración de la inflación (previo al anuncio generalizado de aranceles por Trump) fue suficiente para que las acciones en Estados Unidos subieran más.
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También destaca un nuevo desplome del petróleo en el índice Brent, que suele asociarse a la preocupación por una posible recesión global: este jueves continua con una baja de 4% hasta los U$S 62,97 el barril. También se observa una corrida hacia activos considerados como seguros y, en ese marco, el oro se dispara 3,5% hasta los U$S 3.182 la onza y toca un nuevo récord histórico.
Los aranceles globales de Trump anunciados el 2 de abril, sacudieron los mercados y amenazan a la economía global con un efecto recesivo y la suba de la inflación. El gobierno Chino implementó medidas en represalia, en una escalada permanente con Trump a la suba de aranceles.
Las tensiones entre las grandes potencias capitalistas no podrá traer nada bueno para las mayorías trabajadoras y los pueblos del mundo que quieren descargarle los costos de la crisis mundial. Se hace cada vez más imperiosa la organización de la clase obrera y los sectores populares, con un programa independiente de defensa de sus propios intereses, para intervenir en esta crisis global y evitar nuevas catástrofes.
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