El WandaGate no parece tener descanso. Cuando se creía que había un principio de paz entre Wanda Nara y Mauro Icardi, otra vez el escándalo estalló por completo con la fuerte e inesperada irrupción de la China Suárez. Y cuando parece que la historia es tan simple de resolver (de hecho lo es), los protagonistas de esta novela se esmeran por seguir poniendo trabas y generar mayor polémica. ¿Lo peor? Con sus hijos de víctimas
Todo se dio este viernes 6 de junio, cuando Wanda dio el ok para que Mauro pudiera reencontrarse con sus cinco hijos. Era la noticia que el futbolista tanto esperaba y quería, y que de hecho había denunciado tanto en las redes sociales. Un trabajo por el cual hasta sus tres abogadas lucharon y mucho. Pero todo se desmadró.
¿Qué pasó? Mientras Icardi se reunía con sus hijos en el hall del Chateau Libertador, el departamento donde vive Wanda, la presencia de la China en el edificio generó un escándalo. ¿Por qué? Porque la Justicia le había exigido al delantero que podía encontrarse con los menores pero a solas, sin la presencia de nadie más.
Obviamente esta medida fue desestimada por el propio Icardi, de la misma forma que sucedió semanas atrás con el episodio en La Casa de los Sueños de Nordelta (donde también estuvo la China como eje de conflicto). Pero hay más: a través de sus historias, Ángel de Brito contó el pedido de la actriz para con el futbolista y cómo todo esto lo complicó en esta nueva revinculación fallida.
POLÉMICA TOTAL ENTRE MAURO ICARDI Y WANDA NARA
Todo se dio cuando la China acompañó a Mauro a la puerta del colegio de sus hijas para retirarlas, junto a su hijo Amancio -fruto de su relación con Benjamín Vicuña-. Esta situación generó un fuerte malestar en una de las hijas de Wanda, que se puso a llorar y a pedir ver a su papá pero únicamente a solas.
De Brito además sembró la duda sobre el pedido y la exigencia de la China para con Icardi. “Cuando se pudrió todo, la China se fue a su departamento a dormir la siesta con Amancio. ¿La China le pidió a Mauro que no entre a la casa de Wanda? ¿Por qué Mauro tuvo que merendar en el bar del edificio?”, deslizó.
“Las nenas no quieren compartir con la novia del padre, lo quieren ver solas. La China no quería que Mauro entre a lo de Wanda, por eso solo llegó hasta el hall. Wanda autorizó y prestó su departamento para que no se encuentren en un lugar público. Mauro va con la China y ahí se pudre todo. Nuevamente, Mauro vuelve a frustrar la revinculación por el solo hecho del capricho chino”, sentenció Ángel.
Así, el WandaGate vuelve a tener un nuevo episodio de conflicto que una vez más deja a los menores expuestos y sensibles. Esta vez, otro accionar de la China y sus solicitudes a Icardi hicieron que no pueda reencontrarse en paz con sus hijas.