Una adolescente de 17 años perdió su ojo izquierdo tras recibir un balín en el rostro en medio de un operativo policial. El proyectil fue lanzado desde un fusil Byrna, un arma utilizada por la Policía para disparar cápsulas de gas pimienta. La joven fue atendida en un centro de salud, pero no lograron salvarle el globo ocular.
El caso ocurrió el 8 de junio de 2025, durante una intervención policial en barrio Zepa B, al este de la ciudad de Córdoba. La fuerza había llegado al lugar luego de reportes por disturbios en la vía pública. En ese marco, varios uniformados comenzaron a disparar balas de goma para dispersar a los vecinos.
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Los hechos que rodearon al operativo en barrio Zepa B
Según consta en la causa, el operativo se inició tras una denuncia por desórdenes en la zona y la presencia de dos jóvenes sospechados. La llegada de la Policía generó un cruce con vecinos, algunos de los cuales habrían lanzado piedras a los móviles. Uno de los policías resultó con un golpe en el brazo por una pedrada.
En ese contexto, se utilizaron cartuchos con balas de goma y también fusiles Byrna, que disparan proyectiles no letales. Este armamento fue incorporado en 2023 como alternativa preventiva al uso de armas de fuego. Está prohibido usarlo contra la cabeza, el cuello u otras zonas sensibles.
De acuerdo con la acusación, el subinspector Fabricio Vergaras Figueroa disparó de forma directa hacia una vivienda. En el lugar se encontraba M., la adolescente que resultó herida en el rostro. El disparo se produjo desde una distancia cercana y causó una lesión irreversible.
Un video grabado por vecinos muestra que el agente continuó disparando tras lo ocurrido. Luego, la joven fue trasladada para su atención médica en un centro de salud. El disparo habría ocurrido cuando perseguían a un joven que se había refugiado en esa casa.
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El policía está acusado por lesiones graves y falsedad en su informe
Menos de dos meses después del hecho, el fiscal Andrés Godoy envió al oficial a juicio con cargos penales. Lo acusó por lesiones graves agravadas por su condición de policía y por falsedad ideológica. El uniformado permanece en libertad, con situación pasiva dentro de la fuerza.
Según la acusación, el agente disparó de manera intencional y a corta distancia hacia el rostro de la joven. “El imputado efectuó un disparo con su arma menos letal a la altura de su hombro, en paralelo al suelo y en dirección al sector donde se encontraba la víctima”, indicó el fiscal. También dijo que no fue un hecho fortuito ni un error.
Además, se lo acusa de haber omitido información en su reporte oficial tras el operativo. El policía habría asentado que no hubo heridos ni incidentes durante su intervención. Tampoco mencionó que él mismo había sido alcanzado por una pedrada.
El expediente quedó en manos de la fiscalía de Godoy, mientras que las acciones vecinales están bajo análisis del fiscal Raúl Garzón. Godoy solicitó distintas pruebas antes de avanzar con la acusación formal. Asimismo, la madre de la joven actúa como querellante junto al abogado Carlos Nayi.