En diálogo con Canal E, el economista Gustavo Reyes trazó un diagnóstico detallado del panorama económico argentino, a un mes del episodio de las “lefis” y en un contexto de alta volatilidad cambiaria, suba de tasas y tensiones políticas que complican la recuperación. Reyes abordó el impacto de las decisiones del Congreso, la dinámica del dólar, el efecto de las tasas en la actividad y las perspectivas de inflación.
Volatilidad tras las lefis y presión sobre los precios
A un mes de la sorpresiva salida de las letras de financiación del Banco Central (lefis), Reyes señaló que ese episodio generó “muchísima volatilidad” y una fuerte suba del dólar. El economista consideró que esa medida fue “un error”, sobre todo por la forma “muy abrupta” en que se implementó.
A su vez, destacó que coincidió con el tratamiento legislativo del proyecto sobre jubilaciones, lo que conformó “un combo que generó una suba del dólar bastante fuerte”. Aunque los últimos días fueron positivos en los mercados, la economía quedó con “mayor riesgo, mayor tipo de cambio y alguna presión adicional sobre los precios”.
Suba de tasas y efecto sobre el dólar
Reyes explicó que la estabilidad reciente del tipo de cambio se vincula tanto con la liquidación del agro como con el aumento de las tasas. “La tasa de interés tiene mayor peso porque sabés que la depreciación del tipo de cambio no va a ser tan fuerte”, indicó. Y agregó: “Si encima la tasa subió, tenés un combo que claramente empezó a reducir el dólar”.
Según el economista, esto incentivó a los exportadores a liquidar divisas. De todas formas, aclaró que la economía aún no terminó de absorber estos “síncopes”, y que las expectativas de devaluación siguen altas, lo cual “claramente complica”.
Tasas altas y el impacto sobre el sector productivo
Reyes sostuvo que el Banco Central ya no fija la tasa de interés, sino que esta responde a la percepción de riesgo del mercado. “El mercado percibió mayor posibilidad de devaluación futura, y eso hizo que suba la tasa”, explicó.
Reconoció que las tasas actuales “no son, para nada, una buena noticia para las empresas” y expresó que espera que sean “coyunturales”. A pesar de los desafíos, proyectó una inflación de entre 25% y 30% para este año y una recuperación del PBI del 5%, aunque “desacelerada en los últimos meses”.
El regreso del carry trade y el corto plazo
Al referirse al reciente informe de JP Morgan, que volvió a sugerir la estrategia de carry trade, Reyes explicó que el dólar más cerca del techo de la banda cambiaria vuelve más atractiva a la tasa en pesos. “Cuando el dólar sube, la tasa empieza a ser más potente”, dijo.
Aun así, advirtió que se trata de “cosas muy de corto plazo, muy de coyuntura”, y que el foco debe estar en mejorar las condiciones estructurales de la economía para sostener los avances. “En estos meses antes de las elecciones se va a avanzar muy poquito en esas cosas”, lamentó.
Debate fiscal, jubilaciones y presión sobre el superávit
Respecto a las tensiones fiscales, Reyes fue claro: “El Congreso puede decidir el gasto, pero tiene que decir cómo se financia”. A su juicio, dado el alto nivel de presión impositiva, cualquier aumento debería compensarse con reducciones en otras áreas.
Sobre el proyecto de aumento a los jubilados, señaló: “Ahí hay un gran vacío, y ese es el gran problema”. No obstante, consideró que se trata de una discusión que excede el clima electoral y que debería darse “después de las elecciones”.
Retenciones al agro: “Una señal, no un cambio estructural”
En cuanto a la reciente baja de retenciones, Reyes consideró que “fue más bien demostrativa” y no tuvo un impacto fiscal ni sectorial relevante. Aunque valoró la medida como una señal, aclaró que “siguen teniendo retenciones enormes” y que no implicó un cambio de fondo.
Inflación: tendencia positiva, pero no exenta de riesgos
Sobre la evolución de los precios, Reyes anticipó que la próxima medición de inflación estará “más cercana al 2%”. Explicó que la inflación núcleo ya se encontraba en ese nivel, y que algunos factores estacionales habían favorecido registros más bajos.
Si bien destacó la tendencia a la baja, advirtió que “siempre hay malas noticias, errores o shocks imprevistos” que pueden generar rebotes. “Lo que hay que ver es la tendencia, y mientras las cuentas fiscales estén ordenadas, la inflación va a seguir bajando”, concluyó.