En diálogo con Canal E, el analista económico Damián Quirós advirtió que la política de tasas altas “mata a la economía” y que todo dependerá del resultado electoral de septiembre.
Tasas altas, deuda y elecciones: el cóctel que enfría la economía
El escenario de tasas elevadas en la Argentina no es casual, sino resultado de una política que busca controlar el tipo de cambio y contener la inflación. “Vamos a tener que acostumbrarnos a que haya flotación”, explicó el entrevistado, aunque aclaró que “el banco central siempre tiene alguna injerencia sobre la tasa”.
Detrás de este endurecimiento monetario hay dos factores clave: el proceso electoral y el manejo de una deuda pública millonaria. “Estamos hablando de más de 6 billones de pesos, por lo cual es un número bastante grande del que se tiene que hacer cargo el Tesoro”, detalló Quirós. Según el especialista, la reciente operación de canje tuvo una aceptación del 60%, mientras que el resto de los tenedores de deuda exigieron pagos inmediatos.
Para evitar una suba descontrolada del dólar, el gobierno busca sostenerlo entre $1.250 y $1.330. Pero esa estabilidad tiene un precio: “Para que no te vayas al dólar, el gobierno tiene que ofrecerte un instrumento donde la tasa sea alta, y hoy el mercado está pidiendo una tasa del 60%”, explicó.
En ese contexto, “el banco no quiere perder liquidez” y por eso también sube las tasas que ofrece al público, aunque eso genere un freno considerable a la economía real.
Impacto en familias, empresas y perspectivas tras las elecciones
La consecuencia inmediata es un encarecimiento del crédito. “Hoy una cuota de crédito se va a hacer mucho más cara. Lo que hace es encarecerte la forma de financiarte”, advirtió Quirós. Esa dinámica, dijo, “va a hacer que se ralentice la economía, se ralentice la producción”, en un momento donde algunos sectores mostraban signos de recuperación.
Según el analista, ya se está registrando una desaceleración en la actividad. “De acá a diciembre es una meseta”, sentenció, aunque no descartó un cambio si las elecciones de septiembre redefinen el rumbo del gobierno. “Hay una posibilidad, siendo optimista, de que esto cambie. Hay un 50% de probabilidad”, estimó.
Sobre las herramientas que tiene el Ejecutivo, fue claro: “Puede dejar que el dólar siga fluctuando y rompa la banda superior, o puede seguir utilizando instrumentos financieros con tasas elevadas”, pero advirtió que “lo que no pagás por un tipo de cambio elevado, lo vas a pagar en la economía real”.
El panorama para el segundo semestre dependerá, en gran parte, del resultado electoral. “Si el gobierno no tiene un visto bueno en las elecciones de septiembre, esta parte contractiva de la política monetaria la vamos a seguir sufriendo”, concluyó.