Uno podría pensar que es un chiste, pero no. Llega oficialmente a la pantalla de Telefe el Campeonato Mundial de la Mancha. “Adrenalina, velocidad y determinación”, relata el periodista Pablo Giralt en el video de la promo como si fuera una final más de la selección argentina en la copa del mundo. En las imágenes no hay ningún Messi ni De Paul u Otamendi. O sí, pero de la mancha. Del parkour. De un juego que combina ambas disciplinas y que busca convertirse en el deporte más novedoso.
“Fecha aún no tenemos. Va a tener pantalla tanto en el aire de Telefe como en el stream”, explicaron desde la prensa del canal. Y agregaron: “Se llama La Mancha WCT (que son las siglas de World Chase Tag) y es un campeonato mundial”.
El World Chase Tag surgió en 2012 y fue fundado por los hermanos Christian y Damien Devaux. ¿Cómo nace una idea así? Christian ese día no se sentó en una oficina a pensar y elaborar un torneo. No. Simplemente, jugó a la mancha con su hijo en el fondo de su casa y dijo: “Acá hay algo”.
“Pasaron de organizar reuniones informales en Hyde Park (en Londres, Inglaterra), a en pocos años organizar competiciones internacionales con algunos de los mejores atletas de parkour y competidores de ninja warrior del mundo. En 2020, se unieron con el CEO de Tupelo Honey, Cary Glotzer, quien junto a Gray TV, se convirtió en socio accionista de los hermanos”, explica la página web oficial del WCT.
El campeonato podría definirse como un combo de la tradicional mancha que juegan todos los niños del mundo, con fuertes influencias del parkour, la disciplina urbana que nació en la década del noventa en Francia y que peleó por ser un deporte olímpico en París 2024. Y, aunque no lo logró, el sueño se mantiene firme para Los Ángeles 2028.
Mientras tanto, aparece en escena este campeonato que tiene varias reglas y modalidades. Y que también sueña con llegar a ser olímpico.
Las reglas son sencillas. El objetivo es el mismo que cuando eras chiquito: perseguir a un otro e intentar tocarlo. Ojo, no vale todo: hay que tocarlo entre el cuello y la cintura. Y todo esto hacerlo dentro de una pista llena de obstáculos que los atletas deben esquivar con velocidad, fuerza y habilidad. Cada ronda dura 20 segundos.
Se puede competir de manera individual con dos atletas que pelean entre sí hasta que uno acumule la mayor cantidad de puntos. O en equipos de máximo seis personas, con rondas de entre seis y diez persecuciones que también duran 20 segundos. En la modalidad de equipos, cuando un perseguidor pierde o no logra atrapar al otro, el siguiente jugador del equipo entra en la cancha. El team que tenga más atrapadas es el ganador.
Los jugadores no solo tienen que correr a gran velocidad para escapar, sino que tienen que saltear los obstáculos. Por eso gran parte de ellos son también profesionales en Parkour. Sara Banchoff es una atleta argentina de parkour. Con solo 19 años, es medallista Mundial, Panamericana y Argentina. Entrena desde hace siete años y su día a día está 100% abocado a ello. No compitió nunca en el Campeonato Mundial de la Mancha, pero no lo descarta: “Lo he visto. Conozco a gente que compite en esa modalidad. Es muy divertido de ver, ahora yo no competiría, pero quizá el día de mañana sí”. De esta manera, enfatiza en lo divertido que puede ser. Y remarca también que “es otro deporte muy distinto (al parkour)”.
Sara se dedica a tiempo completo al parkour, pero aún no puede vivir económicamente de ello. A su vez, vive con sus papás y muchas veces para participar de campeonatos importantes necesita de la ayuda de su familia y amigos. Busca sponsors que puedan dar una mano para que el deporte crezca y pese a todas las trabas en el camino, sueña en grande: “Quiero volver a salir campeona del mundo y me encantaría que el parkour sea olímpico y ganar una medalla”. El próximo 31 de octubre, y el 1 y 2 de noviembre, competirá en el campeonato nacional que tendrá lugar en Olavarría. Allí, quienes se consagren como los mejores, formarán el equipo nacional que luego representará al país.
Un poco más lejos de la Argentina, Amy Baldwin, de 22 años y nacida en Sydney, Australia, también cuenta su experiencia. La joven, que ahora vive en Los Ángeles, es atleta de parkour y, a diferencia de Sara, sí compite en el Chase Tag. “Aprendí parkour en 2020 con Omar Zaki, quien casualmente es quien también me llevó al Chase Tag. Omar jugaba en un equipo llamado Hollywood Free Runners y, cuando empezaron la liga femenina, preguntaron si conocían a alguien interesada en jugar. Omar, siendo mi entrenador de parkour, me preguntó si me interesaba y dije que sí, sin dudarlo“.
Contactar a Amy y hacerle responder algunas preguntas fue casi como perseguirla dentro de la pista de Chase Tag: escurridiza y veloz. Hasta que pudo tener un rato libre en sus vacaciones para hablar con LA NACION, y sumado a lo anterior, detalló: “Actualmente, gran parte de mi entrenamiento para Chase Tag es el mismo que para parkour; entreno por diversión al aire libre y complemento con fuerza en el gimnasio cerca de casa”.
Amy ganó el premio a la mejor jugadora en el último Chase Tag de los nacionales que se disputó en los Estados Unidos. Ahora sueña con competir en el Mundial, pero hace una aclaración: “Me pasé mucho tiempo trabajando en la estrategia del Chase Tag, donde creo que puedo competir y ser fuerte, pero me falta la velocidad y la fuerza que tienen los hombres en esta etapa”.
Amy se ataja con las declaraciones y anticipa que aún le falta mucho por hacer para poder competir en el nivel más alto, pero los comentarios de los fans en sus videos dicen lo contrario: “Tu habilidad para escapar de la gente es una locura”; “Oh, miren, la GOAT”; “Es una araña, una pantera, y sin dudas, es la GOAT”; “Nació bajo esas luces verdes”, “La princesa del Chase Tag, la rompiste”. El término GOAT, cabra en inglés, significa “Greatest Of All Times”, o “el mejor de todos los tiempos”. ¿Será la mejor del Chase Tag?
Mientras termino de escribir la nota, tengo de fondo un falso vivo de un torneo de Chase Tag disputado hace un tiempo en Bélgica. Tecleo a la vez que suena una campana, corren los atletas, saltan entre tablones, se persiguen y se tiran de cabeza de un lado para otro, ya sea para atrapar o escapar, pero principalmente para ganar. Todo eso durante el mismo tiempo que tardo en deletrear este párrafo. Es más fácil escribir del campeonato que participar. Eso sin dudas. Habrá que ver qué pasa cuando llegue a la Argentina. Y sobre todas las cosas, quién se atreve a anotarse, correr, y ¡jugar a la mancha!