Los productores yerbateros siguen en pie de guerra en defensa de las funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y este martes realizaron un segundo tractorazo para exigir una urgente recomposición del precio de la hoja verde. Los chacareros piden llevar de 240 a 505 pesos el kilo de la hoja verde puesta en secadero.
Los representantes de los productores, secaderos y cooperativas yerbateras buscan que el Gobierno Nacional dé marcha atrás con el decreto que desregula totalmente el mercado, quitándole al INYM la facultad de establecer precios de referencia para la hoja verde y la canchada, que es la yerba mate seca, sin molienda.
También manifestaron su desacuerdo con la designación de Daniel Notta como nuevo presidente del directorio del Instituto. Lo consideran uno de los grandes responsables de la severa crisis que sufrió el sector en la década del 90 con la desregulación.
En varios sectores de la provincia los chacareros decidieron realizar un cese de cosecha para forzar al sector industrial a mejorar los valores que actualmente se pagan por la materia prima. La semana pasada hubo un tractorazo en San Pedro y este martes hubo una movilización similar en la localidad de Andresito, en el extremo Nordeste de la provincia. Cerca de un centenar de yerbateros se movilizaron con sus máquinas por la ciudad para visibilizar la crisis por la que están atravesando tras el fuere incremento en el valor del combustible y la devaluación de diciembre pasado.
Un grupo de yerbateros, en tanto, viajó a Buenos Aires para entrevistarse con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Fernando Vilella, para explicarle las particularidades de la economía yerbatera y el rol que tiene el INYM en mantener un equilibrio entre los distintos eslabones de la cadena productiva.
Si bien el encuentro con Villela se frustró, la delegación fue recibida en el Senado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien mantuvieron una reunión de casi una hora. Villarruel se mostró interesada en la situación de los yerbateros y les manifestó su intención de viajar a la provincia en las próximas semanas, además de hablar con el ministro del Interior, Guillermo Francos, sobre la situación del INYM.
Los referentes se retiraron conformes con el encuentro porque pudieron explicar detalladamente los logros del Instituto Nacional de la Yerba Mate en sus dos décadas de funcionamiento. Uno de los dirigentes que estuvo en el encuentro, Sergio Dellapierre, explicó que “le explicamos que en el caso de la actividad yerbatera es súper necesaria la regulación para que todos los actores tengamos el mismo peso a la hora de tomar decisiones.
En su paso por los despachos oficiales de Buenos Aires, los yerbateros se encontraron con la versión de que finalmente Daniel Notta, un hombre muy cercano al ex gobernador Ramón Puerta, no asumiría al frente del INYM por los rechazos que genera su figura en gran parte de la cadena productiva. Incluso trascendió que desde el Gobierno ya tendrían otro candidato para ese cargo, aunque no trascendió quién sería.
Los espontáneos tractorazos que realizan los yerbateros se asemeja a las protestas que organizaron hace poco más de dos décadas para forzar la creación del INYM. La actividad pasaba por una crisis terminal y los yerbateros terminaron realizaron un acampe de más de un mes frente a la Casa de Gobierno, en Posadas, para exigir un pago razonable por su yerba.