La ministra de Seguridad mantuvo reuniones con Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut) y Leandro Zdero (Chaco). Busca articular con los mandatarios provinciales y enviar señales de distensión en medio de la puja por los fondos.
Mientras se sigue dilatando el acuerdo de gobernabilidad entre el Gobierno y el PRO, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se reunió este miércoles con los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut) y Leandro Zdero (Chaco). En medio de las negociaciones de Milei y Macri, los encuentros le sirvieron a la ministra de Seguridad para fortalecer su posición dentro del ecosistema PRO-LLA, tender puentes entre Nación y los mandatarios provinciales y bajar la tensión tras el debate por la Ley Ómnibus.
En la reunión, solicitada por los gobernadores, “se repasó el trabajo que vienen realizando en conjunto las fuerzas federales con las fuerzas provinciales en la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico”, según se informó oficialmente.
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La realidad es que lo central fue el acercamiento entre el PRO y La Libertad Avanza. La intención de Javier Milei es cerrar el acuerdo antes del primero de marzo, para el inicio de las sesiones ordinarias. El Presidente entiende que está en una posición de muchísima debilidad: no solo no posee masa crítica para controlar ninguna de las dos cámaras, sino que tampoco podría impedir que algún legislador presente algún proyecto que a él le disguste. Incluso vetándolo no podrá frenar la insistencia del Congreso.
Las conversaciones con el PRO, sin embargo, se vienen dilatando. Milei habla día por medio con Mauricio Macri y, según asegura el propio libertario, la comunicación es “fluida”. Pero la reunión presencial todavía no tiene fecha confirmada por diferencias en cómo concretar el acercamiento: el Gobierno pretende crear un interbloque entre el PRO y LLA en Diputados; mientras que Macri exige también el desembarco de algunos funcionarios de su riñón en cargos importantes dentro del Ejecutivo.
Frigerio y Torres son, justamente, dos de los dirigentes que creen que, para aceptar la propuesta de LLA, el PRO debería intervenir en la toma de decisiones. Además, señalan como imprescindible que el Presidente baje el nivel de confrontación, es decir que tenga una política un poco más conciliadora y de negociación con propios (y también ajenos).
Horas antes, el gobernador del Chubut había firmado un pedido de medida cautelar ante la Justicia federal reclamando “el pago del subsidio nacional al transporte público de pasajeros”, tras la decisión del Ejecutivo nacional de recortar esos beneficios. La presentación fue rubricada además por el intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili (Unión por la Patria), quien acompañó la iniciativa por considerar que esa ciudad, la mayor en cantidad de habitantes de la provincia, “es la más perjudicada por la medida”.
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“Patricia ha tenido un rol central desde el cambio de gobierno y la idea es profundizar el trabajo de investigación, control policial y operativos contra el narcotráfico en ambas provincias”, aseguró una fuente al tanto de las recientes conversaciones entre los mandatarios y la ministra nacional. Bullrich, está claro, sigue las negociaciones desde el lado de Milei y pretende que el PRO se incorpore a la Libertad Avanza sin mayores condicionamientos.
Más allá de la tensión por la coparticipación y el impuesto País, lo cierto es que los gobernadores del PRO (y también los de la Unión Cívica Radical) ven con buenos ojos un acercamiento con LLA, pero consideran que es igual de importante poder conservar la identidad, intervenir en cuestiones de fondo y no quedar presos de un Milei que con su discurso de grieta puede llevar al Gobierno a una encerrona.
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En definitiva, los gobernadores quieren que el PRO conserve su capital político a futuro. No quieren que el acompañamiento les haga perder su condición de “partido”, es decir, de ser una alternativa de Gobierno.