Apagar el calefón, abrigarse en casa, poner cortinas, cerrar las persianas, poner el aire en 26 grados en verano y hasta tapar y cambiar las ollas. Estos son algunos consejos que difundió el Gobierno para hacer un uso racional de la energía, ahorrar y obtener eficiencia en el consumo y evitar sufrir con el aumento de tarifas y la quita de subsidios a la luz y el gas. Las recomendaciones guardan similitudes con las que hace 8 años, en 2016, hacían Mauricio Macri y Juan José Aranguren, en otra etapa de ajuste tras casi 15 años con “distorsión de precios relativos”.
Este “manual” de buenas prácticas forma parte de un documento de la Secretaría de Energía que se presentará en la audiencia pública del jueves 29 de febrero para la nueva segmentación y la conformación de la Canasta Básica Energética, y se puede consultar en su página web bajo el título de “Análisis de consumos residenciales de gas natural”, preparado por los especialistas Leila Iannelli y Salvador Gil.
De acuerdo a los estudios hechos sobre el comportamiento de los usuarios residenciales (hogares), encontraron que la suba de tarifas de 2016 fue aleccionadora. “Un hecho interesante de observar son las importantes reducciones en ambos consumos a partir de 2016. Es muy probable que estas reducciones de consumo estarían asociadas a un uso más racional y eficiente de la energía acaecida a partir de esta fecha. Esta racionalización del consumo habría sido motivada por la actualización de tarifas acaecidas en 2016 y a la generalización del sistema de etiquetado de artefactos en eficiencia energética que para esa fecha ya cubría la mayor parte de los equipos domésticos”, dice el documento.
Efecto quita de subsidios
“Además, es interesante notar, que a pesar que la inflación a partir del 2018 redujo efectivamente el costo de las facturas, el consumo no retomó los valores previos a 2016”, completaron los técnicos. En efecto, el consumo “específico” de gas anual se redujo un 23% desde el pico de 2011 hasta 2018, y el de energía eléctrica, un 15% desde el techo de 2015 a 2023.
También notaron que a similares temperaturas, los consumos de gas en Argentina son casi 3 veces mayores en las provincias del centro y norte que en Europa, un valor que llega hasta 5 veces en la Patagonia.
La calefacción en invierno se lleva el 49% del total de la demanda de los hogares, por lo que el Gobierno recomienda usarla a entre 18° o “a lo sumo” 20°, solamente hacerlo “antes de ir a dormir y apagar o bajar la temperatura a la noche”, entre otros consejos.
Consejos para ahorrar energía
Además, los consumos “pasivos” como dejar el piloto del calefón prendido ocupan otro 20% del total, por lo que también se sugiere apagarlo cuando no esté en uso.
Otras “medidas de eficiencia de bajo costo” son: evitar las infiltraciones de aire alrededor de puertas y ventanas, colocar burletes, “aprovechar el sol” en invierno, usar cortinas o persianas y utilizar cámaras termográficas infrarrojas -que hay en algunos celulares último modelo- para medir dónde hay anomalías. “Lamentablemente, en muchas construcciones de la última década en Argentina, las cortinas dejaron de usarse. Quizás sea una señal distorsiva de los subsidios a la energía”, señala el documento.
Más: en verano se sugiere refrigerar el ambiente a 25 o 26 grados (no menos), usar termostato o termómetro para controlar la temperatura de la vivienda, utilizar ropa adecuada (liviana en verano, campera o pullover en el hogar en invierno), cubrirse con frazadas o mantas cuando haga frío, usar pijamas y sábanas abrigadas, no abrir las ventanas en invierno e incluso invertir la dirección de giro del ventilador o encenderlo al mínimo “para que fuerce el aire caliente que se encuentra cerca del techo hacia abajo”.
Por otro lado, el Gobierno también recomienda tapar las ollas y cacerolas, lo que reduce en hasta 30% el consumo de energía y acelera la cocción, comprar ollas térmicas u “ollas brujas” y bombas de calor para la calefacción, por su eficiencia energética.
En la etapa de conclusiones, se recuerda la campaña de Gas del Estado hace 65 años cuando convocaron a Petrona Carrizo de Gandulfo, más conocida como Doña Petrona, para “inducir a las familias” a usar gas como combustible de calefacción. “Esta vez, quizás necesitaríamos una nueva Doña Petrona de la sustentabilidad para promover el uso de olas brujas”, que cuestan alrededor de 25 dólares.
“¡La energía más barata y que menos contamina es aquella que nunca se usa!”, finaliza el documento. La próxima suba del gas sería entre marzo y abril y las boletas se podrían llegar a multiplicar hasta por 8 en algunos segmentos de cara al invierno, ante la quita de subsidios.