Los mandatarios están a favor de la convocatoria del Presidente, pero creen que dilata la fecha para mostrar algún éxito en materia económica. Propondrán una ley para cada tema y no una general como pretendía el Gobierno.
Los gobernadores desconfían de la postura del Gobierno en el Pacto de Mayo. (Foto: Leandro Heredia /TN).
El llamado al Pacto de Mayo propuesto por Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias cayó bien en la mayoría de gobernadores de la oposición dialoguista. Incluso, algunos se manifestaron a favor. Sin embargo, detrás de la bienvenida que le dieron a la convocatoria, mantienen desconfianza por el discurso presidencial e irán con pie de plomo al encuentro.
El punto central que busca negociar el Gobierno con los gobernadores para firmar el preacuerdo del Pacto de Mayo es concreto: Ley Ómnibus contra plata. Por eso hoy se reunieron los tres ministros a cargo de las conversaciones con los jefes provinciales -Posse, Caputo y Francos- y se convocará a un primer encuentro todos juntos para este viernes.
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Los jefes de las provincias creen que Milei busca ganar tiempo para mostrar algún éxito en la gestión antes de mayo. “Si uno propone un acuerdo, ¿por qué tanto tiempo después?”, es la pregunta que resuena en las oficinas de cada gobernador.
El principal dato que buscaría mostrar el jefe de Estado sería la baja de la inflación. Desde las provincias creen que busca llegar al Pacto de Mayo con una inflación de por lo menos un dígito para mostrar que su plan está resultando y así poder imponerles algunas cosas más.
En paralelo, la gran mayoría de la oposición dialoguista desconfía de las intenciones de la Casa Rosada. Gran parte se debe a la actitud belicosa que mantuvo Javier Milei en su discurso de apertura de sesiones ordinarias.
En un 90% la presentación que realizó el Presidente en el Congreso estuvo cargada de agresiones contra el sector político y contra los propios mandatarios provinciales. Todo en un marco de fuerte conflicto con los gobernadores patagónicos.
La Ley Ómnibus será objeto de debate en la provincia de Córdoba. El Gobierno propondría un nuevo y acotado proyecto de ley que va a incluir varios capítulos como la reforma laboral, la delegación de facultades, el ajuste fiscal y el programa petrolero. La idea del Presidente es que esta nueva ley sea diferente a la anterior, que contenía más de 300 artículos.
Los gobernadores, por su parte, van a proponer un esquema de varias leyes más pequeñas que contengan un solo tema. Que cada ley esté dedicada a una problemática particular y no se incluyan varias reformas en una sola.
La clave en toda la negociación del preacuerdo al Pacto de Mayo estará en lo que ofrece cada uno. Milei ofrecerá ayuda a fiscal a las provincias a cambio de que le aprueben la nueva ley Ómnibus.
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¿Quién pagará la ayuda fiscal a las provincias? La clase media. ¿Por qué? Porque esta reforma incluirá la eliminación de los beneficios sobre el impuesto a las Ganancias que se había decretado durante la campaña electoral. La misma que impulsó Sergio Massa como ministro de Economía y que aprobó Javier Milei como diputado nacional.
El Gobierno quiere eliminar ese beneficio, retrotraer todo y que el dinero que el Estado nacional reciba de ese impuesto sea coparticipado con las provincias, como antes de que sea aprobado por ley durante el gobierno anterior.
De esta manera, una vez más sería la clase media la que pagaría este acuerdo, esta grandilocuencia del Pacto de Mayo.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, respondió a la convocatoria de manera formal en su extenso discurso por la apertura de sesiones ordinarias de este lunes. “Después de someter al pueblo, a la democracia y al federalismo a una agresión tan inédita como salvaje, ahora se nos lanza una invitación que se parece más a una amenaza o una imposición que a un diálogo”, dijo. Para participar de la convocatoria, Kicillof mencionó siete condiciones que van desde reactivar las obras públicas hasta la derogación del mega DNU.