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Tan Biónica llevó la magia al Movistar Arena «desde cerca»: un show íntimo cargado de energía, emoción y guiños al pasado

Después de siete Movistar Arena agotados, Tan Biónica volvió a presentarte este sábado en el estadio ubicado en el barrio porteño de Villa Crespo. A lo largo de dos horas de espectáculo, la banda compuesta por Santiago «Chano» y Gonzalo «Bambi» Moreno Charpentier, junto a Sebastián «Seby» Seoane y Diego «Diega» Lichtenstein volvió a emocionar al piberío biónico como si fuera la primera vez. Con un repaso por toda su discografía y recuerdos de su trayectoria, se vivió una verdadera fiesta que alternó entre momentos energéticos y de íntima conexión con el público.

Tras un impasse de siete años, el grupo regresó a los escenarios con «La última noche mágica tour«. En ese contexto, realizaron dos recitales en Vélez Sarsfield, dos espectáculos en el Estadio Único de La Plata y el mítico show en River Plate, que cuenta con su versión en disco. También pasaron por distintos puntos de la Argentina (Mar del Plata, Córdoba, Neuquén y Rosario), así como otros países (Uruguay, Paraguay y España).

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Por si eso fuera poco, este año sumaron una nueva apuesta para su gira: «La última noche mágica: desde cerca«, un reencuentro en suelo bonaerense que, como su nombre indica, prometió ser más íntimo con sus seguidores. Justamente, la elección del Movistar Arena, más pequeño en comparación a los previos donde se habían presentado en ocasiones previas, permitió aumentar la proximidad con el público, el cual no dudó en agotar diez fechas en el centro de eventos porteño.

Desde temprano, los fanáticos dieron el presente este sábado en el Movistar Arena, con filas que llegaron a extenderse por casi diez cuadras. La emoción no es sorpresiva, ya que, tras dos meses de espera, fue la vuelta de la formación a Buenos Aires, luego de su paso por España en octubre. Con la octava fecha concluida, ya fueron aproximadamente 120 mil las personas que asistieron a esta variante del tour de regreso, siendo que alrededor de 400 mil seguidores repartidos en distintos estadios y provincias presenciaron hasta el momento la vuelta de Tan Biónica.

El inicio de «La última noche mágica»: el reencuentro con los fanáticos en medio de pogos y ovaciones

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Poco después de las 21 horas, las luces se apagaron y comenzó a sonar la intro habitual de los shows biónicos: «Seven Nation Army«, de The White Stripes. En medio del coro y los gritos de los presentes, la pantalla mostró un video donde se veían diferentes momentos de Tan Biónica a lo largo de su trayectoria, para finalizar con un cartel donde se leía el nombre del show. En tanto, los miembros aparecieron en el escenario que estaba apagado.

Cuando terminó la pieza, unas luces rojas se encendieron y, en medio de columnas de fuegos, inició el primer tema: «El huracán«. La elección no resulta azarosa, ya que sus primeros versos dicen: «Buenas noches Buenos Aires/Esta noche falta el aire/Se avecinan tempestades/Terremotos y huracanes«. Esa estrofa resume la energía que se vivió a lo largo del show, donde los pogos y los gritos para acompañar al grupo no faltaron, mientras que los músicos usaron el escenario y su pasarela para saltar, bailar e interactuar con sus fanáticos.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Sin dar un momento para asimilar que el evento ya arrancó, fue el turno de «Vámonos«, donde el vigor de la pista previa se mantuvo a lo largo de toda la canción. Para esa pieza, hubo chispas que estallaban durante los estribillos y en la pantalla se proyectaban los diablitos a los que hace mención la letra. Después le siguió «Arruinarse«, en la que, como es habitual, se vio un corazón que se rompió cuando Diega marcó el principio del tema con su batería. Los primeros versos fueron cantados por los fanáticos, mientras el líder de la banda los alentaba moviendo los brazos.

«Todos los días del mundo es un buen día para resucitar. De eso se trata la vida«, expresó Chano, dando pie a «Música«. «¿Estás viva Buenos Aires?», preguntó, arengando a la gente para acompañar con las palmas. En medio de la performance, le entregó el micrófono a su hermano, para que cante junto a él algunos de los versos.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Al finalizar el cuarto tema de la noche, las luces se apagaron y se colocó un piano en el final de la pasarela, el punto más cercano al público. De esa manera, el frontman del grupo se posicionó frente al instrumento y les dedicó unas palabras a los presentes. «Qué lindo reencontrarnos acá. Estamos muy felices de lo que se vivió en este reencuentro, que fue de amigos más que nada y de una banda que te acompañó durante mucho tiempo y años. Aprendimos mucho nosotros de ustedes y ustedes quizá se llevaron algo de nosotros», expresó emocionado.

«La música es lo único que te puede hacer perdurar con los años, porque solo un instante de nosotros sobrevivirá en ustedes. En su memoria, en su alma, en su corazón. Y tarde o temprano, la vida nos muestra el verdadero valor de las cosas. Y a fin de cuentas, lo único que resiste a los efectos del tiempo son los recuerdos y los momentos que nos llevamos. Algún día, nosotros, los que estamos hoy, vamos a decir: ‘Yo vi a Tan Biónica en el Movistar Arena’», continuó.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Sumado a esto, recitó uno de los mensajes característicos de los conciertos de Tan Biónica: «Porque el destino es una adivinanza Buenos Aires, de aquello que todavía no hicimos. No hay nada escrito para nosotros, que somos lo que escribimos. De eso se trata esta aventura loca de andar nuestro camino. Esta colección de maravillosos sueños para nosotros se llama destino».

Ese fue el pie para «Loca«, donde estuvo él solo tocando en el piano hasta el estribillo, momento en que apareció en escena el resto del grupo. A diferencia de las canciones anteriores, se vivió un clima más tranquilo e íntimo con la audiencia. Después le siguió «La otra manera«, que mantuvo ese ambiente y conexión.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Para el turno de «Tus horas mágicas«, el vigor y los pogos volvieron, siendo que estuvieron motivados por la escenografía: intensas luces rojas y colores llamativos en la pantalla, que alternaban con una especie de diafragma de cámara. Le siguió «Un poco perdido«, para la cual los integrantes se acercaron al final de la pasarela, quedando así más cerca al público. La puesta en escena se mantuvo para «Lunita de Tucumán«, que incluyó una luna en las pantallas del Movistar Arena, «El duelo» y «Ella«, con una interpretación más cercana a la electrónica.

En ese sentido, y haciendo honor al primer nombre de la banda (Biónica Electrónica), el show continuó con Diega frente a un DJ set. En medio de columnas de humo y lluvia de papales, interpretó los primeros versos de «Vidas perfectas«. Cuando terminó, realizó un corto interludio electro solo en el escenario, donde mezcló temas icónicos de la banda, como «Ciudad mágica«, «La Comunidad» y «A.M.E.R.I.C.A«, mientras los presentes bailaban y seguían el ritmo.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

La atmósfera de ese momento fue modificada cuando comenzó a sonar «Pastillitas del olvido«, interpretada por Bambi con una guitarra criolla. Acompañada por luces violetas y celestes, que se tornaban naranja en los estribillos, la íntima escena estuvo complementada por las pantallas mostrando su imagen junto a unas píldoras, en honor al título del tema.

«Muchas gracias. Para quienes hayan venido hoy, creo que van a tener un regalo especial que no lo tuvieron los demás«, comentó el bajista. De esa manera, Tan Biónica tocó «700 toneladas«, una de las pistas más esperadas y solicitadas por el público, ya que desde 2015 no era incluida en un setlist. Incluso Chano escribió en X (antes Twitter) que se trata de la «más difícil de cantar» para él. Las pastillas desaparecieron, dando lugar a un sol y aves, y ese tema volvió a sonar después de diez años en medio de la ovación del público.

Rápidamente, la emotividad fue reemplazada por la energía al turno de «Beautiful«, donde la pantalla alternaba entre colores claros y la letra de la canción. «Arriba Movistar Arena», alentaba Chano, consiguiendo que la gente saltara y gritara aún más alto. «Creo que Julio César, cuando vio que no había nada más que hacer en Roma, dijo: ‘Alea iacta est‘, que significa, entiendo yo, ‘La suerte está echada‘», fue el pie que le dio al siguiente tema, para el cual Bambi cambió la viola por un piano y finalizó con una especie de solo de guitarra eléctrica de Seby, el cual reflotó el vigor de los fanáticos.

La tanda acústica: el tributo a Paul McCartney y las anécdotas de Tan Biónica

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

En la mitad del show, la banda bajó por un momento las revoluciones para un set acústico que tocaron en un escenario pequeño instalado en el otro extremo del campo, por lo cual estuvieron rodeados por la multitud. «Ahora sí que estamos cerca», bromeó el cantante, que estaba solo con una guitarra criolla.

En esa escena íntima con el público, donde solo había unos reflectores celestes apuntando hacia él, tocó «Blackbird«, de Paul McCartney. Se trató de un guiño para «Loca«, que dice en su letra: «Yo no puedo cantar Blackbird como Paul«. Justamente, al finalizar, el líder de la banda expresó: «No habrá sido como Paul, pero necesitaba esto».

Retomando una reflexión del filósofo griego Heráclito, Chano reveló que se propuso «hacer el ejercicio romántico de recordar siempre» a las personas que amó, siendo una de ellas Clara. «Ella me enseñó un montón de cosas, pero aprendí que tenía que valorarme un poco más y que, cuando no te eligen, no van a hacerlo nunca», afirmó, antecediendo así «Claramente«, uno de los temas más exitosos de su carrera solista.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Después de agradecer a sus fans, llamó al «10 de Tan Biónica» para que suba al escenario con él: Bambi, quien se posicionó frente al teclado. «Estamos para tocar una muy chiquitita, así hacen silencio y la hacemos muy despacito», indicó el líder de la banda antes de «No me atreví a sugerirte que te mueras«. De esa manera, con el estadio iluminado por reflectores rosas y las linternas de los celulares, se dio uno de los instantes más emotivos de la noche. Luego se sumaron Seby y Diega para interpretar «El asunto» y «Mis madrugaditas«.

«Este fue uno de nuestros primeros temas, una cumbia. En un momento nos gustaba salir de noche y hacer cosas bizarras. Una vez, una señorita en un balcón dice: ‘Chano es buen mozo, pero lástima que se hace el muerto‘. Y me inspiró a escribir esto», fue la anécdota que antecedió al último tema de esa tanda, para la cual el cantante estaba usando una vincha que decía «Tan Biónica», regalo de una niña fanática que estaba llorando emocionada en la valla, por lo que él le entregó su pañuelo a modo de agradecimiento.

El último tramo del show: la fiesta del piberío biónico y los himnos del grupo

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

Antes de volver al escenario principal, comenzó a sonar un remix electrónico de «Hola mi vida«, el cual motivó a los presentes a bailar. Cuando aparecieron nuevamente en escena, fue el turno dicho tema en su versión original y pareció vivirse una verdadera fiesta electrónica, honrando la promesa de la pista de «una noche tremenda«.

Las luces parpadeaban con tonos celestes y azules, mientras que en la pantalla se mostraban colores vistosos como magenta y amarillo. Tampoco faltaron bengalas y columnas de humo en los estribillos. Si bien los presentes mantuvieron la energía a lo largo de todo el show, la última tanda de la noche fue de mayor intensidad, ya que constó de los hits más grandes del grupo.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

«¿Estás viva Buenos Aires?», fue el pie a «Ciudad mágica«, que fue recibida por una de las ovaciones más animadas del espectáculo. Como no podía ser de otra manera, los pogos no tardaron en formarse y una lluvia de papeles estalló en los estribillos, propiciando un clima de celebración que hacía honor a la letra de la canción: «Qué noche mágica Ciudad de Buenos Aires«. Después fue el turno de «Mis noches de enero«, que mantuvo el vigor y alegría de la gente.

Para «Obsesionario en La mayor«, Chano mencionó otro de los pasajes clásicos del grupo, el cual fue recitado a la par por los fanáticos: «Amigos, la vida está llena de colectivos que no llegan, pero yo voy a seguir esperando porque lo mejor está por venir«. Durante ese tema, el estadio estuvo iluminado por reflectores violetas y las linternas de los celulares, mientras el músico alternaba los versos con la gente.

Tan Biónica en el Mosvitar Arena

El último tema de la noche fue «La melodía de Dios«, la pista más icónica de la banda, de donde surgió el 4 de noviembre como la fecha especial para todo el piberío biónico. La pasión por el tema se vio reflejada en la recepción del público, el cual estalló en gritos cuando comenzaron a sonar los primeros acordes.

A pesar de ser la última canción de la velada, se vivieron los momentos más enérgicos de todo el show, con pogos, columnas de humo, lluvias de papeles y fuegos artificiales. Para coronar la noche, repitieron el estribillo una vez más, alentando a los fanáticos a ir «bien abajo» para un último gran pogo.

«Gracias por todo, algo de nosotros se va a ir con ustedes. No nos vamos a olvidar nunca. No esperábamos esto jamás: algo así de grande con tanto corazón y pasión. Los amamos, hicimos todo nuestro esfuerzo para darles el mejor show y la mejor de las noches. Sabemos que venir conlleva un esfuerzo, y valoramos de corazón que elijan estar acá con sus familias. Nos vemos la próxima», expresó emocionado Chano al cierre del evento en el que Tan Biónica volvió a brindar una noche mágica en la Ciudad de Buenos Aires, esta vez desde cerca.

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