Central Córdoba de Santiago del Estero perdía a los 7 minutos del primer tiempo, pero dio vuelta el marcador, derrotó por 2-1 a Huracán este jueves en San Nicolás y se convirtió en el primer finalista de la actual Copa Argentina. Ambos equipos, por casualidad, volverán a verse el lunes próximo en el cierre de la fecha 19 de la Liga Profesional, en Parque Patricios, pero ésa será otra historia.
Con buen clima, pero en un campo con señales claras de haber sufrido las lluvias de los últimos días, el partido comenzó con el Globo lanzado al ataque en pos del triunfo. Y a los, en su tercera llegada, abrió el marcador con un golazo de Hernán De la Fuente, que tomó desde afuera del área un despeje y sacó un tremendo derechazo que viajó directo hacia un ángulo, mientras algunos compañeros reclamaban un penal por una falta. Todo era sonrisas hasta allí.
Con la ventaja, Huracán se relajó un poco y el Ferroviario llegó al empate a los 18. El Globo arriesgó en el mediocampo y lo pagó caro: Rodrigo Atencio marcó ingresando de frente al arco tras combinar con Matías Godoy, en una jugada rápida del equipo santiagueño que encontró mal parada a la defensa rival. Aunque tenía posibilidades de definir, el delantero buscó por el centro a su compañero, que tras habilitarlo siguió la acción.
Central Córdoba se fortaleció con el empate y siguió insistiendo. Buscó sin precisión en los últimos metros hasta que, a los 37 minutos, en un tiro libre desde la izquierda enviado como centro por Atencio, volvió a encontrar a un jugador llegando por el centro. Esta vez, a José Florentín, que de cabeza estableció el 2-1 con una definición junto a un palo.
En el segundo tiempo, ya con Ramón Ábila en el campo de juego, el Globo se hizo un equipo más largo en la búsqueda de llegar al empate y Central Córdoba apostó a sacar rédito de los espacios cuando salía rápido de contragolpe. Comenzaron a darse más llegadas en ambos arcos, pero sin eficacia.
Florentín tuvo la gran oportunidad de volver a marcar de cabeza en un tiro libre de Atencio, pero le erró al arco de manera increíble al aparecer por el segundo palo. En la rápida respuesta, Wanchope se quejó airadamente al árbitro Silvio Truco: sentía que le habían hecho falta a pasos del área. Los nervios, en alza.
Uno, obligado a marcar, se adelantó y sumó gente en ataque. El otro, con la ventaja, no cedió en la presión y con la pelota en los pies evitaba los pelotazos; la idea era juntar pases y acelerar cerca del área. También, sacarle jugo a la pelota parada. En ese contexto, algunos empujones, unas piernas fuertes, protestas. Y Frank Kudelka, el DT de Huracán, se fue expulsado en uno de sus reclamos.
El final encontró al Globo en las cercanías del área rival, pero falto de ideas para resolver. En cambio, el Ferroviario mantuvo el orden y la comprensión del juego, protegiendo la pelota y sin negociar el esfuerzo para defenderse. Y así llegó el final, con el club santiagueño volviendo a la final del certamen, como en 2019, cuando cayó por 3-0 ante River. Ahora, en la segunda definición a la que llega en su vida, sueña con otro desenlace.
La otra semifinal, todavía sin fecha ni sede, la jugarán Boca, que eliminó a Gimnasia de La Plata por penales este miércoles, y Vélez, que ya había dejado en el camino a Independiente. De allí saldrá el rival de Central Córdoba.
La síntesis
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