El Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea le augura un buen futuro al presidente Javier Milei.
Sus economistas, liderados por Osvaldo Giordano -ex director Ejecutivo de la Anses durante los primeros dos meses de este gobierno-, consideran que 2025 será mucho mejor que 2024, no tanto porque sea un buen año el próximo, sino por lo malo del presente; la inflación caería del 120% al 28% anual, la actividad rebotaría un 4% y el Banco Central (BCRA) podría acumular unos 15.000 millones de dólares en sus reservas.
«Está pasando algo previsible si se miran las cuentas fiscales y la hoja del balance del BCRA: la inflación tenía que bajar si había emisión monetaria cero«, remarca el economista Jefe del IERAL, Gustavo Reyes.
-¿Cuál es la mayor vulnerabilidad del programa económico de Milei?-, preguntó Clarín. «El sector externo«, contestan a coro en la Fundación. «Las reservas netas negativas son una debilidad aunque las compras de dólares de octubre fueron muy buenas», agregaron.
Jorge Vasconcelos, vicepresidente e investigador Jefe del IERAL, planteó en un trabajo que «aunque la política fiscal siga tan firme como hasta ahora, bajo las condiciones actuales es difícil evitar un deterioro adicional del frente externo, con vencimientos de deuda en moneda dura que están cubiertos para enero, pero que no lucen garantizados para el resto del año«.
«Estos ‘cabos sueltos’ son los que complican la posibilidad de mantener ancladas las expectativas a lo largo del 2025, a la espera de lo que ocurra ‘el día después’ de las legislativas. Y esto podría expresarse en los contratos de futuro del ROFEX, en la brecha cambiaria e incluso en las expectativas de inflación», advirtió.
Frente a estos riesgos, Vasconcelos conjeturó opciones como una salida del cepo «al estilo Macri», que sería improbable, o bien «intentar alargar la vida útil del cepo, con una serie de medidas también a adoptar este verano, procurando empalmar con una salida más ordenada de las restricciones cambiarias, de la mano de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con un aporte de ‘plata fresca’ que quizá no sea tan significativo -¿US$ 5.000 millones?-, pero que ayudaría a despejar el horizonte, abriendo la posibilidad de volver al mercado” para hacer frente a siguientes vencimientos», describió.
«El estiramiento de la vida útil del cepo podría hacerse por etapas pasando inicialmente, por caso, a un mix de 90% oficial y 10% Contado Con Liquidación (CCL) para el dólar blend«, algo que ven más conveniente.