La interna dentro del peronismo se profundiza cada semana. Tras el faltazo de Axel Kicillof a la jura de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta del Partido Justicialista (PJ), en la que ella apuntó contra los «militantes electorales», ahora el gobernador sumó un nuevo mensaje que alimenta la idea de caminos paralelos. «Tengo la obligación de ponerme al hombro la construcción de un frente político que sea una alternativa para el futuro», soltó Kicillof delante de jóvenes en una mateada organizada este viernes en La Plata.
Aunque no de manera directa, el mensaje de Kicillof parece una respuesta a la expresidenta, que en la jura como presidenta del PJ, lanzó: «A los dirigentes de nuestro partido muchas veces los veo convertidos en militantes electorales. Tienen que recuperar el rol de militantes políticos».
Superada la tensión sobre la elección del PJ, en la que Kicillof se desentendió y hasta le dio aire al riojano Ricardo Quintela, el gobernador que amagó con enfrentar a Cristina Kirchner, ahora el conflicto pasa en torno al posible desdoblamiento de los comicios en Buenos Aires para los cargos provinciales y municipales, una opción rechazada de plano por la ex mandataria.
«La situación requiere una comprensión y una actitud: la de no creer que la historia empieza cuando uno llega y termina cuando se va. Esto no es así, y en el peronismo menos. Lo digo por algunos compañeros del peronismo tardío», sostuvo Cristina Kirchner sobre la puja interna, y citó a Arturo Jauretche para aludir a la «soberbia» de los jóvenes.
Pero además, la ex presidenta sostuvo: «No puede ser que todo se reduzca a una pelea de carácter electoral. Nadie militaba para estar en una lista, militaban por un proyecto de país y es lo que tenemos que recuperar».
Para la jura, Kicillof fue invitado de manera telefónica la noche anterior por el senador José Mayans, uno de los vicepresidentes del partido. Con el argumento de que tenía una entrega de viviendas Pehuajó, Carlos Casares y Bragado, adelantó que no estaría.
Unos días antes, Kicillof participó de un encuentro con Cristina Kirchner en Moreno, donde también estuvo el ex candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa. Más allá de la foto de familia, la cita estuvo marcada por reproches y pases de factura. «Fue un error desdoblar el año pasado», machacó Cristina.
Kicillof se enfocó en el futuro: «Todos queremos la unidad, pero tiene que haber una estrategia para enfrentar a Milei».
«Vamos a reclamar las deudas y el ahorcamiento que el Gobierno le está haciendo a la Provincia y a acompañar a los sectores perjudicados. A poner en valor el esfuerzo de la Provincia para actuar como escudo y red. Mostrar que gobierna el peronismo en la provincia de Buenos Aires y que somos distintos», remarcó Kicillof y así esquivó las críticas.
Sin embargo, Kicillof esta semana se quedó sin Presupuesto 2025 y sin ley impositiva. En la Legislatura están fracturados los bloques del Pro; los libertarios y los radicales. Pero el enfrentamiento más agudo es entre un esquema que responde a intendentes que reportan a Martín Insaurralde, los legisladores del massismo y La Cámpora, por un lado. Enfrente, el puñado de legisladores que reflejan los interesas de la Gobernación.
Pero además del derrumbe de la ley impositiva, también cayó el pedido de endeudamiento de Kicillof. El gobernador le pedía a la Legislatura un permiso para adquirir deuda por casi U$S 1.100 millones. Pero -según dijeron a Clarín en el Palacio-, «La Cámpora se encargó de obstruir esa parte de la ley».
La guerra silenciosa entre Cristina Kirchner y Kicillof solo se altera son algunas alusiones sin mención y empieza a crecer de cara al año electoral. Pero se espera un verano caliente porque hasta marzo la Legislatura tiene tiempo para definir sobre los plazos de una elección que se podría desdoblar, o la eliminación de las PASO en la provincia, los temas que más preocupan a Cristina Kirchner.
Mientras que los intendentes presionan por la eliminación del tope para las reelecciones indefinidas, hoy en dos mandatos. No solo afecta a los jefes comunales sino a senadores, diputados y especialmente a concejales, que presionan a los intendentes por lugares en los municipios si no pueden renovar sus bancas.