Así funcionan las cosas en Boca. A veces la falta de paciencia no responde a ninguna lógica de tiempos. Otras, sin embargo, los plazos se ponen solos, a través de los objetivos y los desafíos que se imponen. Y así como Fernando Gago heredó una situación compleja en 2024 de cara a la clasificación para la Copa Libertadores, en esta nueva temporada su responsabilidad es bien diferente. Y, por eso, el margen de error para lo que se juega ante Alianza Lima el DT es casi nulo.
Es que -independientemente del poco tiempo que pasó desde su llegada, y hasta del trabajo que pudo tener con el nuevo plantel- el flojo partido que tuvo su equipo en Lima y la chance latente de no superar esta instancia temprana (para la cual se viene preparando especialmente) podrían dejar a su ciclo herido de gravedad.
Las razones son obvias, teniendo en cuenta la dimensión del objetivo que Boca tiene esta noche y sus características: con siete refuerzos de renombre, todos a disposición y representando una inversión récord para estos tiempos. Con la mayoría de los referentes en cancha y definiendo de local una serie cuya desventaja es de apenas un gol y ante un rival que solamente sumó un punto jugando en Argentina en los últimos 60 años.
Alianza Lima –
Los hinchas de Alianza Lima palpitan el duelo ante Boca
Comenzó el canje de entradas para el partido de mañana en la Bombonera
Todo ese bagaje, a priori las potenciales ventajas que tiene Boca para el choque de este martes, inevitablemente podrían volverse en contra si las cosas no salen tal lo planeado. Y ser un lastre con el cual difícilmente Gago pueda convivir en el futuro inmediato.
Alianza Lima –
La derrota de Boca ante Alianza Lima
Video: FOX Sports.
Sin margen
Porque la consecuencia de una eliminación en esta instancia sería letal: ya sin ninguna copa continental por jugar y sin haber llegado siquiera al mes de marzo, el año xeneize se haría largo, larguísimo, con la única expectativa de jugar en el plano local, al margen de la isla en el desierto que representará en ese contexto el Mundial de Clubes de junio.
Claro que la chance de un resultado indeseado esta noche no asoma solamente como un mal resultado, sino que se estaría sumando a la realidad compleja que atraviesa el equipo. Sin una identidad clara de juego, apenas si empezó a hilvanar buenos resultados en el Torneo Apertura pero sin despejar las dudas ni las críticas. Y en ese contexto, la caída en el partido de ida fue una de esas noches en las que todo parece descontrolarse.
Testigo de ello fueron las reacciones posteriores, desde la irrupción del presidente Juan Román Riquelme en el vestuario perdedor hasta la recriminación que el propio entrenador le hizo al plantel ya en Ezeiza. Todas situaciones que elevaron la temperatura al punto hasta de hacer mella en el clima interno.
Después de la tormenta
La reacción que Gago implementó luego del 0-1 de la ida, no obstante, puede haber sido fundacional: metió 10 cambios para jugar ante Aldosivi, y no precisamente pensando en cuidar piernas sino para elevar la competencia y probar tanto a aquellos que estaban para volver como a los que de relegados pudieran pasar a ser soluciones. En el resultado, esa apuesta salió bien. Y las opciones para la revancha parecen haberse ampliado.
Lo que también sabe Gago (y por eso la rotuló como una final) es que si la noche no le es favorable, los plazos empezarán a correr…
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