Formado en La Masía y con un paso por clubes de España e Italia, decidió alejarse del fútbol por falta de interés.
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Desde su retiro, se dedica a ayudar a otros deportistas a manejar la presión y la ansiedad.
La trayectoria de Adrià Carmona comenzó en la cantera del Barcelona, donde desde muy chico se lo veía con un futuro prometedor. El español inició su carrera en La Masía a los nueve años y pronto compartió entrenamientos con figuras como Lionel Messi y otros íconos de la institución. Su rendimiento le permitió representar a España en categorías juveniles, mostrando habilidades que lo hicieron destacar en torneos internacionales.
A medida que su historia avanzaba, la presión del fútbol de alto nivel comenzó a influir en su futuro. La actividad profesional fue apagando su motivación y lo llevo a cuestionar lo que estaba haciendo.
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Las lesiones y la falta de motivación lo alejaron del fútbol mucho antes de lo previsto.
La historia de Adrià Carmona
Nacido en Igualada, este delantero ingresó a La Masía a los nueve años, demostrando desde temprano un talento que no pasaba desapercibido. En la institución, compartió vestuario y entrenamientos con leyendas, lo que marcó sus primeros pasos en un mundo lleno de expectativas. A los 15 años, jugaba junto a compañeros de mayor edad y comenzó a formar parte de la selección Sub-17 de España.
El torneo europeo de 2008 lo tuvo titular en un plantel que terminó consagrándose campeón. En 2010, la búsqueda de nuevas oportunidades lo llevó al AC Milan, pero la lucha por minutos nuevamente lo obligó a trasladarse a otro club. Así, una cesión al Real Zaragoza en 2013, donde finalmente hizo su debut como profesional. Sin embargo, lejos de encontrar estabilidad, el español continuó su recorrido por el Girona FC, Espanyol B, Albacete y, más tarde, probó suerte en la liga india, donde jugó para el Delhi Dynamos y el Odisha.
El ambiente del fútbol fue exigente y las tensiones se fueron acumulando a lo largo de los años. Entre lesiones y el impacto de las críticas, la ilusión se desvaneció y la pasión por la actividad fue perdiéndose. La presión constante y los obstáculos en el camino hicieron que un sueño lleno de promesas termine siendo insostenible.
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Compartió entrenamientos con Messi, Xavi e Iniesta, pero su carrera tomó un rumbo muy distinto.
Su vida después del retiro
A los 28 años, tras años de incertidumbre y desgaste emocional, el exjugador optó por colgar los botines. Esta decisión surgió no por limitaciones físicas ni falta de oportunidades, sino por el cansancio frente a la exigencia continua y la pérdida de entusiasmo. Alejarse del fútbol le permitió iniciar un proceso de reflexión personal y buscar nuevos rumbos.
Durante su paso por la India, mientras disputaba partidos con equipos como Delhi Dynamos y Odisha, se interesó por el coaching emocional. Estudiar estas herramientas le abrió la mente y le mostró la importancia de cuidar el estado anímico en el deporte. Esa etapa de aprendizaje se convirtió en una motivación para enfocar su carrera en la orientación de otros atletas.
En la actualidad, Carmona dedica su tiempo a apoyar a jóvenes deportistas que enfrentan presiones similares a las que él vivió. Su experiencia se utiliza para enseñar a superar bloqueos emocionales y recuperar el amor por el juego, brindando consejos y estrategias para equilibrar el rendimiento con el bienestar personal.