El país le debe dinero a la Organización de Naciones Unidas (ONU). Esto ha provocado la pérdida de su derecho a voto en la Asamblea General. Según un documento oficial, el país adeuda 772.364 dólares por cuotas impagas de los últimos dos años.
La falta de pago ha colocado a Bolivia entre los seis países sancionados con esta restricción, junto a Afganistán, Venezuela, Congo, Guinea Bissau y Santo Tomé y Príncipe. El exembajador boliviano ante la ONU, Diego Pary, calificó la situación como un retroceso en la política internacional del país. Explicó que la falta de pago refleja una crisis de gestión en la diplomacia nacional.
La ONU establece que los países que deben un monto igual o superior al de dos años anteriores pierden el derecho a voto. Esto está estipulado en el artículo 19 de la Carta de Naciones Unidas. La sanción solo puede ser levantada si el país regulariza su deuda, mientras tanto Bolivia queda marginada de las decisiones clave del organismo.
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El analista político Jerjes Justiniano afirmó que esta situación profundiza el aislamiento de Bolivia en la comunidad internacional. Explicó que no pagar la cuota de la ONU demuestra la falta de compromiso del gobierno con la diplomacia multilateral. Además, advirtió que la falta de representación en la Asamblea General afectará la capacidad del país de negociar acuerdos internacionales, limitando el acceso a cooperación y financiamiento externo.
Pary también cuestionó la forma en que el gobierno de Arce ha manejado las relaciones internacionales. Señaló que Bolivia ha perdido credibilidad en organismos internacionales debido a su política exterior inconsistente. Aseguró que en repetidas ocasiones consultó a la Cancillería y al Ministerio de Economía sobre el impago, pero nunca obtuvo respuestas claras.
¿El masismo solo usa la ONU para apoyar dictaduras?
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Durante su gobierno el masismo ha utilizado la palestra que le brindan estás organizaciones para respaldar regímenes antidemocráticos al rededor del mundo. El año pasado, la canciller Celinda Sosa ratificó en la ONU el apoyo del régimen masista a países sancionados como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, analistas han señalado que esta postura ha alejado a Bolivia de aliados estratégicos y ha reducido sus opciones diplomáticas.
Mientras defiende a países sancionados, el gobierno del MAS no ha logrado pagar una cuota relativamente baja en comparación con otras naciones. Esto pone en duda su capacidad de gestión y organización en el ámbito internacional. Para algunos críticos, esto es una muestra de que la política exterior del país se basa en discursos sin respaldo financiero.
Pary destacó que la pérdida del voto en la ONU es una señal de advertencia para la diplomacia boliviana. Sostuvo que el país ha tenido una participación activa en la ONU desde su fundación. Sin embargo, al perder su derecho a voto, el país se convierte en un espectador sin capacidad de incidencia.
El exembajador también reveló que Venezuela ha intentado pagar su cuota, pero no ha podido debido a sanciones internacionales. En cambio, Bolivia, sin restricciones externas, simplemente ha omitido su responsabilidad. Esto deja en evidencia que la situación no se debe a factores externos, sino a una falta de voluntad política.
El gobierno, por su parte, ha minimizado la importancia del voto en la ONU. Algunas autoridades han asegurado que la participación de Bolivia en la Asamblea General no se verá afectada. Sin embargo, expertos en relaciones internacionales advierten que la situación afecta la imagen del país.
Mientras países como Haití han cumplido con sus pagos, Bolivia ha sido incluida en la lista de deudores. Esto plantea dudas sobre la capacidad de gestión financiera del gobierno y genera incertidumbre sobre el compromiso del país con sus obligaciones internacionales.
Justiniano advirtió que Bolivia se encuentra en una situación de desconexión con los organismos globales. Argumentó que la falta de pago de la ONU es solo un síntoma de una crisis más profunda en la política exterior. Destacó que sin una presencia activa en foros internacionales, el país pierde oportunidades de cooperación y financiamiento.
La pérdida del derecho a voto en la ONU por la falta de pago muestra la desorganización y falta de planificación del masismo. Además, profundiza el aislamiento internacional de Bolivia y afecta su imagen ante la comunidad internacional.