La actividad económica sumó en junio su segunda caída consecutiva en términos mensuales, pese a la mejora en la variación interanual. De cara a los próximos meses, los analistas temen que el impacto del apretón monetario repercuta en la actividad.
Según informó el INDEC, en junio el estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró una suba de 6,4% en la comparación interanual (ia) y una caída de 0,7% respecto a mayo en la medición desestacionalizada (s.e.).
Así, en el acumulado de los primeros seis meses del año, acumula una mejora del 6,2%. En la variación mensual, anotó su segunda retracción consecutiva, luego del -0,2% de mayo.
Actividad económica: qué rubros subieron en junio 2025, según el INDEC
Con relación a igual mes de 2024, doce de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en junio, entre los que se destacan Intermediación financiera (28,7% ia) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (11,5% ia).
La actividad de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (11,5% ia) fue a su vez la de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguida de Industria manufacturera (7,8% ia) e Intermediación financiera (28,7% ia).
Por su parte, tres sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destaca pesca (-74.6% ia), que junto con Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-0,7% ia) y Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-0.7% ia) le resta 0,46 puntos porcentuales al crecimiento interanual del EMAE.
El mercado, en alerta por el efecto del apretón monetario
El ministro Luis Caputo hizo notar con más firmeza su decisión de no permitir que la cotización del dólar se escape. Ni antes ni después de las elecciones legislativas. Menos, que una eventual aceleración o suba abrupta del tipo de cambio afecte el proceso de desinflación, aun poniendo en riesgo el crédito privado y, por consiguiente, la actividad económica previo a los comicios de octubre.
Así lo indican sus nuevas medidas, como por ejemplo la suba de encajes bancarios (porción de los depósitos que, por normativa, queda inmovilizada en el BCRA) más la sorpresiva licitación de deuda, por fuera del cronograma, que se realizó este lunes por la tarde. Ambas, con el objetivo de absorber gran parte de los pesos que no se renovaron en la licitación de deuda del miércoles pasado.
El Gobierno se mostró preocupado ante los casi $6 billones que quedarían liberados en el mercado. Si bien estaba previsto que soltaría algo de liquidez, en un contexto de necesidad de pesos en el sistema financiero, el monto fue mucho mayor a lo esperado y saltó el temor a que todo eso se volcara a instrumentos en pesos, cayeran mucho las tasas y rebotara con fuerza el precio del dólar.
«El costo de mantener este nivel de restricción monetaria hasta las elecciones será alto, tanto en términos fiscales como de actividad económica. A medida que este nivel de restricción se extiende en el tiempo, crece el costo fiscal y el impacto en la actividad económica. Hasta ahora, el Gobierno no mostró preocupación respecto a las tasas de interés reales», advierte Facimex Valores.
El analista Salvador Di Stéfano afirma que el Gobierno no le teme a una recesión económica de cara a las elecciones y coincide en resaltar el impacto negativo en la economía por las tasas de interés «estrafalarias«: las empresas y personas que necesitan financiamiento en pesos para sostener su producción y consumo tendrían que hacerlo a «tasas inadmisibles».
«Seguramente, la actividad económica se va a resentir. ¿Cuánto se va a resentir? Los créditos en pesos representan casi el 10% de toda la actividad. Entonces, la actividad económica no es tan lineal que una suba de tasas la afecte por completo, pero afectará buena parte. Por ejemplo, si los autos se comercializan principalmente con crédito, caerá la venta de autos. Lo mismo para las motos, electrodomésticos, viajes y demás«, advierte.
La preocupación es creciente y se impone cada vez más en el mercado. Los analistas vienen advirtiendo acerca del impacto negativo que generará el repunte de las tasas de interés sobre la actividad económica. En ese sentido, esperan (y reclaman) que pronto los rendimientos en moneda local logren estabilizarse en niveles mucho más moderados de los actuales para que la producción y el consumo no se vean tan afectados.