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La motosierra que destruye empresas y trabajo

Entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, la gestión de Javier Milei generó el cierre de 13.862 empresas registradas y provocó la pérdida de 210.971 puestos de trabajo formales, según un reporte del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

En base a datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), correspondiente al sistema de Seguridad Social, el informe detalla cuáles son los sectores más afectados por la política económica de la Libertad Avanza, durante el período analizado. 

Menos empresas

Desde que Milei ganó las elecciones presidenciales hasta el tercer mes de este año, la cantidad de unidades productivas con trabajadores registrados disminuyó de forma notable: pasó de 512.357 a 498.495. Es decir, hay menos empresas que demandan empleo.

Transporte y Almacenamiento perdió 3.502 empleadores y se ubicó a la cabeza en la lista de los más perjudicados por la administración libertaria. Otros rubros también registraron retracciones importantes: Comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas -2.165 empleadores; Construcción, -1.760;  Actividades inmobiliarias, -1.673; Servicios profesionales, científicos y técnicos, -1.613 e Industria manufacturera, -1.347. 

En términos relativos, el más complicado fue el de Servicios de transporte y almacenamiento, que redujo el número de empleadores 8,87 por ciento. Le siguen Construcción, con una contracción del 8,09 por ciento, y Servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales, con una disminución del 7,21 por ciento. Industria manufacturera, por su parte, se contrajo 2,7 por ciento.

Menos empleo

Los puestos de trabajo formales durante esta etapa disminuyeron 2,14 por ciento. Pasaron de 9.857.173 en noviembre de 2023 a 9.646.202 en marzo de 2025. Es decir, se destruyeron 210.971 empleos registrados. 

La Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria sufrió un achicamiento de 130.102 empleos y quedó en el primer lugar entre los más dañados del período. Luego, siguió el sector de la Construcción, que perdió 81.871, secundado por Servicios de transporte y almacenamiento, con -53.672 y, en menor medida, Industria manufacturera, con la destrucción de 25.510 puestos de trabajo. En términos relativos, Construcción tuvo la principal baja: -17,2 por ciento. 

El fenómeno se completa con el crecimiento del monotributismo. De 2.037.762 en noviembre de 2023 subió hasta 2.112.759 en el tercer mes de este año. Las personas que integran este régimen no tienen acceso al aguinaldo, el aporte jubilatorio es reducido y la inestabilidad una constante. 

«Cabe recordar que en diciembre de 2024 se registró una caída atípica del 3,1 por ciento en el total de trabajadores registrados, equivalente a la salida de 400 mil trabajadores en un solo mes. Esta disminución estuvo vinculada a los cambios administrativos en el régimen del monotributo social, establecidos por el Ministerio de Capital Humano», explica un estudio de la Secretaría de Trabajo nacional sobre la Situación y evolución del trabajo registrado (SIPA).

En marzo de 2025, de acuerdo a SIPA, 7.300 asalariados registrados perdieron su fuente de trabajo. 

Por tamaño

Las unidades productivas de hasta 500 trabajadores resultaron ser las principales lastimadas desde que llegó Milei. Ocupan el 99,73 por ciento de los 13.862 casos. 

En términos relativos, la cantidad de empleadores con más de 500 puestos laborales se achicó 2,11 por ciento, mientras las firmas con hasta 500 empleos disminuyeron 2,71 por ciento.

Según el tamaño, el documento elaborado por el CEPA sostiene que la mayor expulsión de trabajadores se concentró en las empresas de gran porte: explican el 84 por ciento de la caída total del empleo registrado (equivalente a 177.220 puestos). En contraste, las con menos de 500 empleados redujeron sus plantillas en 33.751 trabajadores.

El equivalente en porcentajes sería: las de más volumen productivo despidieron al 3,71 por ciento, mientras las pequeñas desplazaron al 0,67 por ciento de la dotación.

«Del análisis se desprende un marcado retroceso en los indicadores clave del empleo formal, con caídas significativas tanto en la cantidad de empleadores como en el volumen de puestos de trabajo registrados», concluye el informe.

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