Con el comienzo del último mes del año y el cobro del medio aguinaldo, muchos ahorristas buscan destinar ese ingreso extra a distintas alternativas de inversión.
Años atrás, producto de la alta inflación, muchos trabajadores invertían su aguinaldo con la urgencia de mantener su poder adquisitivo frente a la abrupta suba de precios. Hoy, la situación parece ser diferente: con una inflación en baja, un mercado más ordenado y niveles de estabilidad poco frecuentes para la economía argentina, los ahorristas se toman un momento más para pensar en qué invertir su aguinaldo y planificar a largo plazo. La clave está en elegir opciones que se ajusten al perfil del inversor: cuánto riesgo está dispuesto a asumir, cuánta liquidez necesita y qué objetivos tiene con ese dinero
En qué invertir el aguinaldo
A pocos días de cobrarse la segunda cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC), los expertos de Reba destacan la importancia de planificar su uso y aprovechar herramientas de inversión simples y accesibles para resguardar el poder adquisitivo.
De acuerdo con especialistas, lo más recomendable es evitar dejar el dinero inmovilizado en cuentas que no generan intereses y, en su lugar, optar por instrumentos que permitan preservar el valor de los ahorros y generar rentabilidad. Entre las alternativas más elegidas por los argentinos se destacan la compra de dólar oficial o MEP, los Fondos Comunes de Inversión (FCI), los CEDEARs y los plazos fijos, opciones que se adaptan a distintos perfiles de riesgo, comentan desde Reba.
Los Fondos Comunes de Inversión son una excelente alternativa para empezar a invertir sin complicarse. Permiten diversificar el dinero con bajo monto inicial y dejar la gestión en manos de profesionales. Hay fondos conservadores, moderados y más arriesgados, según cada perfil.
Por otro lado, si hay interés en invertir en empresas, se puede optar por acciones locales o CEDEARs, que son títulos que representan acciones de compañías globales como Apple, Coca-Cola o Tesla. Tienen más riesgo, pero también mayor potencial de crecimiento.
De igual modo, el Dólar MEP es ideal para proteger el dinero frente a la inflación o ahorrar en una moneda más estable como el dólar. Es una forma simple, rápida y legal de comprar dólares desde una cuenta en pesos, sin restricciones. Además, se puede operar desde el celular y aprovechar el tipo de cambio del mercado sin depender de intermediarios.
Los bonos también aparecen como una buena opción. Son títulos de deuda emitidos por el Estado o empresas. Se puede elegir bonos en pesos o en dólares (como los dólar linked). Son útiles si se quiere combinar ingresos periódicos y diversificación.
Si se quieren tomar más riesgos, se puede explorar el mundo cripto. Bitcoin, Ethereum o stablecoins como USDT o DAI son opciones que operan 24/7 y ofrecen alta volatilidad y potencial de rendimiento, aunque con mayor riesgo. También se pueden combinar varias opciones para armar una estrategia equilibrada: una parte en FCI, otra en dólar MEP, y una fracción más chica en CEDEARs o cripto, por ejemplo.
La visión de especialistas
“Cada aguinaldo representa una oportunidad para mejorar la salud financiera personal. Lo importante es no dejarlo quieto: invertir, aunque sea una parte, puede marcar la diferencia y ayudarnos a cerrar el año con más previsibilidad”, explica Vanesa Di Trolio, Business Manager de Reba.
“Hoy la tecnología nos permite acceder a inversiones que antes estaban reservadas a expertos. En este contexto, destinar parte del aguinaldo a invertir es una decisión inteligente para proteger el poder adquisitivo y convertir un ingreso extra en una oportunidad real de crecimiento financiero”, finaliza Di Trolio.
Aguinaldo diciembre 2025: cuándo se cobra y cómo se calcula
Por otra parte, Julio Bastianello, asesor financiero, comentó respecto al aguinaldo: “El punto de partida es reconocer que el peor uso posible del aguinaldo es no darle un uso. Como en toda decisión económica, el contexto personal manda: puede ser razonable cancelar una deuda que erosiona el presupuesto mensual, afrontar un gasto postergado e indispensable o, directamente, optar por una inversión que permita anclar expectativas y mejorar la posición patrimonial futura”.
Para Bastianello, las alternativas más comunes de inversión pueden ordenarse en su grado de riesgo, de menor a mayor
En primer lugar los Money Markets, son fondos comunes de inversión (FCI) de muy bajo riesgo y alta liquidez, que actúan como un “refugio de paso”. En segundo lugar la Renta Fija de corto plazo con un vencimiento máximo de aproximadamente 18 meses, como letras del tesoro y pagarés. Su principal característica es un bajo riesgo y una volatilidad reducida, lo que las hace adecuadas para perfiles conservadores. Cuentan con tasas reales que podrían ubicarse en torno al 38/45%, según Bastianello.
En tercer lugar aparecen las estrategias de Retorno Total, que ofrecen mayor flexibilidad al administrador y, por ende, un mayor riesgo para el inversor. Como última alternativa está la Renta Variable, con foco en acciones locales y eventualmente CEDEARs, presentada como la opción más agresiva.
Para cerrar, Bastianello señala que “la decisión final, como suele ocurrir en economía, se asemeja a elegir el rumbo en un mapa parcialmente nublado: no se trata de adivinar el futuro sino de prepararse para distintos escenarios. Diciembre puede ser, entonces, no solo el cierre de un año, sino también el inicio de una estrategia financiera más consciente”.
Qué es el aguinaldo
El Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como aguinaldo, consiste en un pago extraordinario para quienes trabajan bajo relación de dependencia. Las leyes laborales lo establecen como una remuneración adicional, brindando soporte en dos momentos clave del año: junio y diciembre.
El aguinaldo corresponde a la mejor remuneración mensual percibida por el empleado en cada semestre. Por su importancia, millones de familias destinan ese ingreso a afrontar gastos de fin de año, realizar compras previas a las fiestas o saldar deudas. El trabajador registrado lo percibe sin distinción de rubro, categoría o convenio.
Cuándo se cobra el aguinaldo y cómo se calcula
El pago del aguinaldo de diciembre debe realizarse antes del 18 de diciembre de cada año. Esta fecha responde a lo dispuesto por la Ley de Contrato de Trabajo y funciona como plazo máximo. Si el día límite cae en una jornada no laborable, el depósito debe efectuarse el día hábil previo.
Algunas empresas optan por adelantar el pago, de modo que el trabajador disponga del dinero antes de las fiestas. El cumplimiento del plazo forma parte de la fiscalización de la actividad laboral. Los empleados deben recibir la segunda cuota del SAC dentro del período fijado por la ley.
El cálculo del aguinaldo parte de identificar la mayor remuneración mensual devengada en los seis meses previos a la fecha de pago. A esa cifra se le aplica el 50%, lo que determina el monto correspondiente del SAC.
Para trabajadores con menos de seis meses de antigüedad al 31 de diciembre, el aguinaldo se liquida de manera proporcional. El monto surge de multiplicar la mejor remuneración mensual por la cantidad de meses trabajados y dividir el resultado por 12.
La liquidación debe incluir todos los conceptos remunerativos, como sueldo básico, horas extras habituales, comisiones y plus salariales. Los descuentos de cargas sociales y aportes jubilatorios se aplican del mismo modo que en las remuneraciones mensuales.
En casos de sueldo variable o pagos no fijos, como comisiones, los empleadores deben considerar el mes con mayor ingreso total para calcular el aguinaldo. El recibo de sueldo debe reflejar el detalle del pago y permitir su comprobación.